Una reciente encuesta realizada por CNN y SSRS revela que un creciente número de ciudadanos estadounidenses considera que las políticas de deportación del presidente Donald Trump han ido demasiado lejos. Los resultados reflejan cambios significativos en la percepción pública sobre la gestión migratoria del Gobierno.

Según los datos recopilados entre el 17 y el 24 de abril, el 52 % de los encuestados cree que las políticas de deportación implementadas por Trump han excedido los límites, lo que representa un aumento de 7 puntos porcentuales respecto a febrero. Asimismo, un porcentaje similar (52 %) considera que dichas políticas no han contribuido a mejorar la seguridad nacional.

Desconfianza en la legalidad de las deportaciones

El informe también señala que el 57 % de los participantes no cree que el Gobierno federal esté actuando conforme a la ley al ejecutar las deportaciones. Este hallazgo se produce en un contexto de mayor escrutinio hacia las políticas migratorias impulsadas por la Casa Blanca desde el inicio del mandato presidencial.

A pesar de estas cifras, Trump mantiene un índice de aprobación del 45 % en cuanto al manejo de la inmigración, cifra que ha disminuido desde el 51 % registrado en marzo. Un 53 % de los encuestados afirma tener al menos cierta confianza en su capacidad para gestionar este tema, una caída de 7 puntos desde el periodo de transición.

Opiniones divididas por afiliación política

El apoyo a las políticas migratorias de Trump presenta una clara división partidista. Entre los republicanos, el respaldo es elevado: el 94 % manifiesta confianza en el presidente para manejar el tema y el 89 % cree que sus políticas han mejorado la seguridad del país.

En contraste, el 56 % de los independientes expresa desconfianza en la gestión migratoria, y el mismo porcentaje considera que las deportaciones han sido excesivas. Por su parte, el 85 % de los demócratas sostiene esta última opinión, reflejando un aumento de 9 puntos porcentuales desde febrero.

Caso Kilmar Ábrego García: opinión pública mayoritariamente favorable a su retorno

Un tema que ha captado especial atención es el caso de Kilmar Ábrego García, deportado por error a El Salvador. De acuerdo con la Corte Suprema, la administración debe facilitar su regreso. La encuesta muestra que el 56 % de los estadounidenses está a favor de que el Gobierno actúe para traerlo de vuelta, mientras que solo el 20 % se opone y el 23 % afirma no haber escuchado lo suficiente sobre el caso.

El 82 % de los demócratas y el 58 % de los independientes apoyan el retorno de Ábrego García, frente a un 28 % de republicanos que comparten esa posición.

Apoyo a la residencia legal sobre deportaciones masivas

Siete de cada diez estadounidenses opinan que el Gobierno debería priorizar una vía hacia la residencia legal para algunos inmigrantes indocumentados, frente al 30 % que respalda una estrategia centrada en deportaciones masivas. Aunque esta cifra ha disminuido en comparación con el 84 % registrado durante el primer mandato de Trump, sigue siendo una mayoría significativa.

Incluso entre los simpatizantes de las políticas migratorias del presidente, el 44 % respalda un plan que permita la legalización en determinados casos.

Opiniones sobre medidas específicas de inmigración

El despliegue de tropas estadounidenses en la frontera sur con México es una de las medidas con mayor respaldo, con una diferencia de 12 puntos a favor. Sin embargo, otras iniciativas muestran un rechazo más amplio:

– Revocación de visas a estudiantes internacionales por sus creencias o asociaciones: oposición de 28 puntos.
– Deportación de inmigrantes a una prisión en El Salvador: oposición de 22 puntos.
– Uso de autoridad de guerra para agilizar deportaciones: oposición de 16 puntos.
– Acceso a datos del IRS por parte de agentes migratorios: oposición de 5 puntos.

El estudio también detectó una porción considerable de encuestados —entre el 17 % y el 25 %— que no tiene una postura definida sobre ciertas políticas, lo que sugiere una sensibilidad significativa al encuadre de las preguntas.

La encuesta revela diferencias generacionales: los estadounidenses menores de 45 años se oponen en mayor medida a la revocación de visas estudiantiles (16 puntos más) y a la deportación a prisiones extranjeras (11 puntos más) que los mayores de 45. En cuanto a los independientes, solo apoyan el despliegue militar en la frontera, oponiéndose a las demás políticas analizadas.