En silla de ruedas, papa Francisco lavó los pies de reclusas

Por: Elizabeth Montoya

29 marzo, 2024

En una conmovedora muestra de humildad y servicio, el papa Francisco llevó a cabo una celebración del Jueves Santo en la prisión femenina de Rebibbia, en Roma. Emocionando a las reclusas presentes, el pontífice, desde su silla de ruedas, realizó el simbólico gesto de lavar los pies a doce mujeres, siguiendo el ejemplo de Jesús con sus discípulos.

Las escenas fueron profundamente emotivas, con muchas de las reclusas visiblemente conmovidas y algunas incluso llorando mientras el papa se acercaba a ellas en una plataforma, llevando consigo un mandil blanco. El gesto de lavar y besar los pies de estas mujeres encarceladas fue un acto de humildad y perdón, destacando la importancia de servir a los demás, una enseñanza fundamental del cristianismo.

 

Antes de llevar a cabo este acto, el papa improvisó una breve homilía centrada en el perdón, tema que ha cobrado especial relevancia en estos tiempos. Aunque enfrentando problemas respiratorios que le impidieron leer sus discursos en ocasiones recientes, Francisco transmitió un mensaje de misericordia y esperanza a las presentes, recordándoles que el perdón de Dios es infinito y siempre está disponible para quienes lo buscan.

En sus palabras, el papa reflexionó sobre el significado del Jueves Santo, recordando el gesto de Jesús al lavar los pies de sus discípulos como un símbolo del servicio desinteresado y la disposición al perdón. “Jesús perdona todo, Jesús perdona siempre, solo espera que nosotros pidamos perdón”, afirmó, instando a las reclusas a cultivar la vocación del servicio en sus vidas.

Tras concluir la misa, la directora del centro penitenciario expresó su gratitud hacia el papa por su presencia, describiéndola como un rayo de sol que ilumina el corazón y renueva la esperanza de un nuevo comienzo para cada una de las mujeres presentes.

Posteriormente, Francisco celebró la Misa Crismal en la Basílica de San Pedro, donde bendijo el Óleo de los Enfermos, el Óleo de los Catecúmenos y el Óleo Crismal, que se utilizarán en toda la diócesis de Roma durante el próximo año eclesiástico.