El Vaticano difundió este domingo la primera fotografía del Papa Francisco desde su hospitalización el pasado 14 de febrero, mostrándolo concelebrando misa en la capilla de su apartamento en la décima planta del Hospital Gemelli de Roma.

La imagen, tomada de perfil, muestra al Pontífice en silla de ruedas frente al altar, vestido de blanco y con una estola morada, color litúrgico propio del tiempo de Cuaresma. En la fotografía no se aprecian las cánulas nasales que normalmente utiliza para recibir oxígeno.

Esta publicación marca el fin de 31 días sin que se viera al Papa, quien ingresó inicialmente por problemas respiratorios y posteriormente se le diagnosticó una neumonía bilateral. Aunque se encuentra en proceso de recuperación, según fuentes médicas, aún requiere altos flujos de oxígeno mediante cánulas nasales y ventilación mecánica con máscara durante las noches.

Al igual que en semanas anteriores, hoy solo se distribuyó el texto escrito del Ángelus, sin la tradicional aparición pública del Papa. En dicho mensaje, Francisco reconoció estar “atravesando un momento de prueba” y expresó su solidaridad con los enfermos: “me uno a los tantos hermanos y hermanas enfermos: frágiles, en este momento, como yo”.

El Pontífice también reflexionó sobre la enfermedad: “Nuestro físico está débil, pero, incluso así, nada puede impedirnos amar, rezar, entregarnos, estar los unos para los otros, en la fe, señales luminosas de esperanza”. Aprovechó para destacar la labor del personal sanitario, señalando “cuánta luz brilla en los hospitales y en los centros de asistencia”.

Las autoridades vaticanas informaron que la situación del Papa “sigue siendo estable” y que “continúa con el tratamiento, incluida la terapia respiratoria y motora”. No hubo parte médico oficial hoy, y tampoco lo habrá mañana, ya que los médicos del Gemelli han decidido comunicar solo cuando existan novedades relevantes.

El Papa pasó el día entre la oración, el descanso y algo de trabajo, sin recibir visitas. En su mensaje, agradeció las oraciones por su salud y a quienes le asisten “con tanta dedicación”.

Mientras tanto, aproximadamente 300 niños de colegios, asociaciones y diversas instituciones se congregaron frente al hospital, ante la estatua de Juan Pablo II. Portaban globos, dibujos y cartas para el Pontífice, a quien llamaron repetidamente con la esperanza de que pudiera asomarse a saludarlos. Francisco les mencionó en su mensaje: “Sé que rezan por mí muchos niños; algunos de ellos han venido hoy aquí al ‘Gemelli’ en señal de cercanía. ¡Gracias, queridos niños! El papa os quiere y espera siempre encontraros”.

Con información de wradio