El Papa Francisco reiteró su firme posición contra el aborto durante una rueda de prensa a bordo del avión que lo trasladaba de regreso al Vaticano tras su visita a Luxemburgo y Bélgica. En su declaración, el pontífice calificó el aborto como “un homicidio” y describió a los médicos que lo practican como “sicarios“, afirmando que sobre este tema “no puede haber ninguna discusión”.

Francisco, conocido por su estilo directo, explicó que el aborto representa la terminación de una vida humana y, por tanto, es un acto de homicidio. “Un aborto es un homicidio (…). Se mata a un ser humano y los médicos que se prestan a esto son, permitanme la palabra, sicarios”, expresó el Papa. Estas declaraciones reafirman la postura de la Iglesia católica en defensa de la vida desde la concepción, una posición que ha sido ampliamente debatida en el ámbito público y político en todo el mundo.

El Papa también señaló que “las mujeres tienen derecho a la vida, a la suya, pero también a la de sus hijos”, subrayando que la vida del niño no puede ser desestimada bajo ninguna circunstancia.

Además de hablar sobre el aborto, Francisco anunció que iniciará la causa de beatificación del Rey Balduino de Bélgica, destacando su “valentía” por negarse a firmar una ley que legalizaba el aborto en su país en 1990. El monarca, profundamente religioso, optó por renunciar temporalmente al trono durante tres días para no tener que aprobar la legislación que iba en contra de sus convicciones.

“Se necesita valentía, se necesita ser un político con pantalones para hacer esto”, dijo el Papa en referencia a la decisión del rey, a quien calificó como un “santo”. Estas palabras han generado cierta controversia en Bélgica, ya que algunos sectores interpretaron las declaraciones como una provocación.

La visita de Francisco a Bélgica también estuvo marcada por el debate sobre el papel de la mujer en la Iglesia. Durante un evento en la Universidad Católica de Lovaina, los estudiantes plantearon preguntas sobre el rol de las mujeres dentro de la institución e hicieron peticiones sobre el sacerdocio femenino. El Papa, sin embargo, no respondió directamente y en lugar de ello afirmó que “la mujer es más importante que el hombre” en la Iglesia, pero que “es malo cuando quiere ser el hombre”. Esta afirmación provocó desaprobación entre el público universitario, lo que llevó a la universidad a emitir un comunicado criticando la postura “conservadora” del pontífice.

Al respecto, Francisco manifestó su enfado por la nota emitida durante su visita y defendió su posición. “Hay un machismo que no vale, un feminismo que no vale, lo único que vale es la mujer en la Iglesia, que es más grande que el ministerio sacerdotal”, declaró.

Las declaraciones del Papa Francisco, tanto sobre el aborto como sobre el papel de la mujer en la Iglesia, han generado reacciones diversas. Por un lado, sectores conservadores aplauden su defensa de los principios tradicionales de la Iglesia, mientras que algunos sectores liberales y feministas critican sus comentarios por considerarlos limitantes para el avance de los derechos de las mujeres dentro de la institución religiosa.