El Gobierno de EE.UU. anuncia un nuevo programa de regularización de migrantes

Por: Ronny Orejarena

18 junio, 2024

El presidente de EE.UU., Joe Biden. Foto: EFE

El Gobierno del presidente Joe Biden anunció este martes un nuevo programa que permitirá regularizar a más de medio millón de migrantes que viven en el país sin un estatus legal. La decisión, que beneficiará principalmente a las personas casadas con ciudadanos estadounidenses, llega a menos de cinco meses de unas elecciones presidenciales en las que la gestión de la migración se ha convertido en un tema central para los estadounidenses.

El nuevo alivio migratorio es uno de los más importantes desde que la Administración de Barack Obama creó en 2012 el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que ha permitido a más de 800.000 migrantes obtener permisos de trabajo y protección frente a la deportación. Sin embargo, las nuevas políticas tardarán meses en entrar en vigor y concederán a los migrantes la oportunidad de dar solo el primer paso en el proceso para conseguir permiso de residencia en EE.UU., que puede prolongarse años.

Para solicitar este alivio, la persona tiene que haberse casado con un ciudadano estadounidense antes del 17 de junio de 2024 y haber vivido en el país al menos 10 años. A su vez, los hijos menores de 21 años de quienes están casados con estadounidenses y que tampoco tengan un estatus legal también pueden obtener el permiso. No obstante, acotaron los funcionarios, los migrantes que hayan sido deportados de EE.UU. en el pasado no califican para esta protección.

El alivio anunciado permite que los migrantes puedan solicitar la residencia, también conocida como “green card”, estando en territorio estadounidense. Además, el Gobierno de EE.UU. también anunció que buscará “mejorar” el proceso por el que pueden solicitar visas de trabajo algunos de los que llegaron al país de niños y todavía no han regularizado su situación.

El nuevo programa es interpretado por expertos como un intento por atraer a los votantes latinos, decisivos en algunos estados clave como Arizona o Nevada, tras haber abandonado su promesa de campaña de ofrecer un camino a la ciudadanía a los más de 11 millones de migrantes indocumentados.