La Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos otorgó una visa humanitaria al colombiano Andrés Rosales, padre del niño Julián Rosales, quien padece cáncer óseo y está siendo tratado en Estados Unidos desde hace más de dos años.

Después de más de un año de espera para obtener el visado, gracias a la mediación del senador estadounidense Marco Rubio, la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza finalmente concedió a Rosales la autorización para ingresar al país y reunirse con su hijo.

Julián y su madre, Sindy Garzón, viajaron a Miami en busca de un tratamiento para el cáncer de Julián, ya que en Colombia sólo se ofrecían cuidados paliativos. Desde hace un par de semanas, el niño ha dejado de asistir a las quimioterapias debido al avance de su enfermedad, que ya hizo metástasis.

Andrés Rosales dijo estar muy agradecido por la rápida respuesta de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos, quien le concedió una excepción humanitaria para ingresar al país. “Yo tenía perfectamente claro que si mi chiquito se iba, era una de dos: que regresara completamente curadito o la otra que no pudiera volverlo a ver”, agregó el padre de Julián.

Este caso recuerda al de Paula Durán, la madre colombiana que falleció a finales de enero en California, después de luchar contra un cáncer de estómago y cerebro. Su esposo, Sergio Vega, abogó por una visa humanitaria para que sus familiares pudieran viajar a Estados Unidos y reunirse con ella antes de su fallecimiento.

La autorización de la visa humanitaria es una muestra de la solidaridad y humanidad que puede existir en la relación entre países. En este caso, gracias a la gestión de un senador y la intervención de una agencia federal, un padre y un hijo podrán reunirse en un momento tan difícil para la familia.