Corea del Norte ha advertido a Estados Unidos y a sus aliados que considerará como “una clara declaración de guerra” la interceptación de los misiles que lanza recurrentemente sobre el Océano Pacífico en pruebas.

Según informes de la prensa internacional, Estados Unidos y Corea del Sur han intensificado su cooperación en defensa y han fortalecido sus maniobras conjuntas en respuesta a este país aislado con capacidad nuclear, que en los últimos meses ha llevado a cabo varias pruebas de misiles.

Según la agencia AFP, Pyongyang afirma que sus programas nucleares y de armamento son de autodefensa y critica los ejercicios militares de Washington y Seúl, que considera como preparativos para una eventual invasión.

Kim Yo-jong, la poderosa hermana del líder Kim Jong-un, declaró en un comunicado que “sería considerado como una clara declaración de guerra contra la RPDC (República Popular Democrática de Corea) si se produjera una respuesta militar, como la intercepción de nuestras pruebas de armas estratégicas”. Agregó que Corea del Norte está “siempre preparada para tomar una acción apropiada, rápida y abrumadora”.