La creciente tensión entre Israel e Irán ya se está haciendo sentir en los mercados internacionales, especialmente en el sector energético. El viernes 13 de junio, los precios del petróleo registraron un alza superior al 8%, impulsados por los ataques cruzados entre Teherán y Jerusalén y el temor de una posible escalada militar en Medio Oriente. Este aumento podría tener consecuencias inmediatas en los precios de la gasolina, especialmente en Estados Unidos, donde los consumidores podrían enfrentar un nuevo golpe a sus bolsillos.

El conflicto, que incluye ataques a instalaciones nucleares iraníes, ha generado preocupación en los mercados sobre la estabilidad de la región y el impacto en la producción y transporte de crudo. Según ABC News, los contratos de futuros del petróleo West Texas Intermediate (WTI) y del Brent —dos de los principales referentes internacionales— experimentaron incrementos superiores al 8% en cuestión de horas.

Patrick de Haan, jefe de análisis de petróleo en GasBuddy, advirtió que los precios de la gasolina en Estados Unidos podrían aumentar entre 10 y 25 centavos por galón de forma casi inmediata. Esto elevaría el promedio nacional de USD 3.13 a USD 3.38 por galón, un salto de casi el 8%. Si bien este repunte puede parecer moderado, podría ser apenas el comienzo si el conflicto se intensifica o afecta rutas clave de transporte de crudo.

No todos los analistas ven este aumento como definitivo. Richard Joswick, director de análisis a corto plazo en S\&P Global Commodity Insights, recordó que en octubre de 2023, un episodio similar entre Irán e Israel también provocó una subida en los precios del petróleo, que fue revertida días después cuando quedó claro que no habría una escalada mayor. “Los mercados reaccionan con nerviosismo, pero también se corrigen si la situación se estabiliza rápidamente”, explicó Joswick.

El riesgo del Estrecho de Ormuz

El verdadero punto de inflexión sería una interrupción en el flujo de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, por donde transita aproximadamente el 20% del suministro mundial de crudo. Si el conflicto afecta esta vía marítima o las infraestructuras petroleras iraníes, el precio del barril podría dispararse.

Ramanan Krishnamoorti, profesor de ingeniería petrolera en la Universidad de Houston, advierte que si el tránsito por Ormuz se ve comprometido, el precio del petróleo podría subir de los actuales USD 73 a más de USD 120 por barril. Bajo ese escenario, el precio promedio de la gasolina en Estados Unidos podría alcanzar los USD 5.13 por galón, un incremento del 64%. “Esto afectaría todos los sectores de la economía estadounidense, desde el transporte hasta los alimentos”, señaló el experto.

Aunque Irán representa solo el 3% de la producción mundial de petróleo debido a las sanciones internacionales, su ubicación geográfica en el Golfo Pérsico le otorga un peso estratégico significativo. Cualquier intento por cerrar o interferir con el tráfico en el Estrecho de Ormuz tendría consecuencias globales.

Lazard, firma global de gestión de activos, también proyectó un escenario en el que los precios del petróleo superarían los USD 120 por barril si se intensifican los ataques en la región o se bloquea el paso por este corredor marítimo vital.

¿Qué viene para los consumidores?

Por ahora, el efecto más inmediato se verá en los surtidores de gasolina. De cumplirse las proyecciones, los consumidores estadounidenses podrían empezar a notar los incrementos desde este mismo fin de semana. No obstante, si el conflicto no escala, los precios podrían estabilizarse en las próximas semanas.

“Podríamos estar viendo apenas la punta del iceberg”, concluyó Krishnamoorti, aunque añadió que, si no hay más hostilidades, el impacto podría limitarse a “una subida leve” en los precios del combustible.