Cinco muertos y ocho heridos, el fatal saldo que dejó tiroteo en iglesia mormona en EE.UU.

Por: Maria Jose Salcedo

29 septiembre, 2025

Cinco muertos y ocho heridos, el fatal saldo que dejó tiroteo en iglesia mormona en EE.UU.

La localidad de Grand Blanc, en Míchigan, fue escenario este domingo de un tiroteo en una iglesia mormona que dejó cinco muertos, incluido el atacante, y al menos ocho heridos. El hecho ocurrió durante un servicio religioso al que asistían cientos de personas en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

El jefe de la Policía local, William Renye, informó que dos de las víctimas fueron halladas sin vida dentro del templo, mientras que otras dos fallecieron posteriormente a causa de las heridas de bala. El atacante fue identificado como Thomas Jacob Sanford, de la cercana ciudad de Burton, quien murió en un enfrentamiento con agentes minutos después de iniciar el ataque.

Según la reconstrucción de los hechos, Sanford estrelló su vehículo contra el edificio antes de abrir fuego con un rifle de asalto y prender fuego a la estructura. El tiroteo comenzó alrededor de las 10:25 de la mañana y a las 10:33 ya había sido neutralizado por la Policía. En el lugar se hallaron al menos tres dispositivos explosivos improvisados.

De acuerdo con la información oficial, Sanford sirvió en la Marina de Estados Unidos entre 2004 y 2008 como mecánico, alcanzando el rango de sargento. Durante su servicio militar recibió varias condecoraciones, entre ellas la Medalla de Buena Conducta de la Marina, la Medalla de la Campaña de Irak y la de Servicio en la Guerra Global contra el Terrorismo.

Investigación en curso

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) asumió la investigación, al considerar el caso como un “acto de violencia selectiva”. La Policía estatal, por su parte, informó que tras el tiroteo se recibieron varias amenazas de bomba en diferentes puntos de la comunidad, incluidas otras iglesias, aunque la mayoría fueron descartadas.

La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, calificó lo ocurrido como “desgarrador y escalofriante” y expresó sus condolencias a las víctimas y sus familias.

El presidente Donald Trump se pronunció a través de un comunicado en el que condenó el ataque y lo describió como un atentado contra la comunidad cristiana en el país. “Esta epidemia de violencia en nuestro país debe terminar de inmediato”, subrayó el mandatario, quien pidió a los ciudadanos orar por los afectados.

El ataque dejó en estado de conmoción a los feligreses y residentes de Grand Blanc. La rápida respuesta policial evitó una tragedia mayor, pero el episodio reaviva el debate en Estados Unidos sobre la seguridad en lugares de culto y el acceso a armas de alto poder.