Carlos III fue coronado en el evento ceremonial más grande de Gran Bretaña en siete décadas

Por: becquerel

6 mayo, 2023

Carlos III fue coronado en el evento ceremonial más grande de Gran Bretaña en siete décadas

El rey Carlos III fue coronado en una ceremonia histórica en la Abadía de Westminster, frente a un público de alrededor de 100 líderes mundiales y millones de espectadores televisivos. La ceremonia, que se remonta a 1.000 años atrás, fue una exhibición deslumbrante de pompa y circunstancia, que tuvo lugar en un momento en que Gran Bretaña lucha por encontrar su camino en la política mundial después de su salida de la Unión Europea.

El evento solemne, que duró dos horas, fue dirigido por el arzobispo de Canterbury, quien colocó la corona de San Eduardo de 360 años en la cabeza de Carlos, sentado en un trono del siglo XIV. La segunda esposa de Carlos, Camilla, también fue coronada reina consorte.

El evento histórico fue una oportunidad para presentar una monarquía moderna y diversa, con una variedad de participantes de diferentes religiones y orígenes étnicos. A pesar de la controversia pública sobre el papel y la relevancia de la monarquía, muchos apoyan la familia real como una herramienta diplomática importante y un medio para mantener a Gran Bretaña en el escenario mundial.

El primer ministro Rishi Sunak elogió la ceremonia, describiéndola como una exhibición deslumbrante que ninguna otra nación podría igualar. Aunque el evento del sábado fue más pequeño que la coronación de la reina Isabel en 1953, fue espectacular, con una variedad de insignias históricas, desde orbes dorados y espadas enjoyadas hasta un cetro que sostenía el diamante tallado incoloro más grande del mundo.

La coronación no es esencial para la legitimidad del monarca, pero se considera un medio para que el rey se legitime públicamente. Carlos sucedió automáticamente a su madre como rey tras su muerte en septiembre pasado.

El rey y la reina llegaron a la Abadía de Westminster en el moderno carruaje Diamond State Jubilee negro, acompañados por soldados de caballería. A lo largo de la ruta, cientos de soldados con uniformes escarlata y sombreros negros de piel de oso se alinearon para darles la bienvenida.

Aunque algunos vieron el evento como un momento histórico y un símbolo del orgullo nacional, no todos estaban allí para animar a Carlos. Los republicanos también estuvieron presentes, abucheando y agitando pancartas que decían “No es mi rey”. Más de 11.000 policías se desplegaron para prevenir cualquier intento de interrupción, y seis manifestantes fueron arrestados.

La coronación de Carlos III tuvo lugar en un momento de incertidumbre para Gran Bretaña, pero muchos ven a la monarquía como una fuente de estabilidad y una herramienta diplomática importante en el mundo actual.