Canciller (e) gestiona el regreso de la oficina de DD.HH. de la ONU a Venezuela

Por: Elizabeth Montoya

28 febrero, 2024

El canciller encargado Luis Gilberto Murillo ha sido designado por el presidente Gustavo Petro para desempeñar el papel crucial de mediador entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. En un exclusivo informe obtenido por Blu Radio, se revela que Murillo, durante su reciente visita a Ginebra, Suiza, en la 55° sesión del Consejo de Derechos Humanos, trabajó arduamente para acercar al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, con el canciller de Venezuela, Yván Gil.

La gestión de Murillo tenía como objetivo persuadir al Gobierno venezolano para permitir el retorno de la oficina de Derechos Humanos de la ONU, la cual fue expulsada hace aproximadamente dos semanas. Según fuentes consultadas por Blu Radio, Venezuela estableció como condición fundamental el cambio completo del personal de la oficina para aceptar el regreso de la misión de derechos humanos. El gobierno de Maduro había dado un plazo de 72 horas para que todos los funcionarios abandonaran el país el pasado 15 de febrero.

Desde Ginebra, el canciller venezolano, Yván Gil, confirmó este martes el avance en las conversaciones para el regreso de la oficina de la ONU, destacando el compromiso de llevar la cooperación técnica al nivel correspondiente “sin injerencias ni participaciones políticas”.

“Hemos planteado un proceso de discusión con la oficina del alto comisionado para llevar la cooperación técnica al nivel que corresponde, sin injerencias ni participaciones políticas”, declaró Gil, subrayando la importancia de un enfoque imparcial en esta cooperación.

El Gobierno venezolano justificó previamente la expulsión de la oficina de la ONU, argumentando que esta se había desviado de su mandato de imparcialidad. En sus palabras, la oficina se había convertido en un “bufete particular” de grupos golpistas y terroristas, llevando a cabo acciones impropias.

Este acercamiento diplomático liderado por Murillo refleja la búsqueda de soluciones pacíficas y colaborativas entre el Gobierno venezolano y la comunidad internacional. La delicada situación de los derechos humanos en Venezuela ha sido un tema de preocupación global, y el regreso de la oficina de la ONU podría ser un paso significativo hacia la mejora de la situación en el país sudamericano.