El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirán en Washington el próximo 13 de septiembre para discutir temas clave de la agenda global, incluyendo la guerra entre Israel y Hamás. Este encuentro en la Casa Blanca será el segundo entre ambos líderes desde que Starmer asumió el cargo en julio, y ocurre en un momento de divergencias entre las posturas de ambas naciones respecto al conflicto en Gaza.

Entre los temas más relevantes a tratar se encuentran la liberación de rehenes y la posibilidad de un acuerdo de alto el fuego en la guerra de 11 meses entre Israel y Hamás, según un comunicado de la Casa Blanca. La reunión también abordará el apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa, la protección del transporte marítimo internacional ante los ataques de los hutíes en el Mar Rojo, las cadenas de suministro globales y la cooperación en asuntos climáticos.

Uno de los puntos que ha generado tensión diplomática entre ambos países es la reciente decisión del Reino Unido de suspender algunas licencias de exportación de armas a Israel. Esta medida fue tomada por preocupaciones sobre el posible uso de componentes británicos en Gaza, lo que podría contravenir el derecho internacional. Aunque Londres informó previamente a sus aliados sobre la decisión, la postura del Reino Unido ha marcado una clara diferencia respecto a Estados Unidos, que continúa enviando armas directamente a Israel.

Este contraste en las tácticas utilizadas por ambos gobiernos subraya las fisuras emergentes en la política exterior de las dos potencias respecto al conflicto en Medio Oriente, a pesar de la colaboración cercana en otras áreas.

La visita de Starmer a Washington sigue a un viaje clave a Dublín, donde el primer ministro británico ha intentado mejorar las relaciones con Irlanda tras los tensos años de negociaciones del Brexit bajo la administración conservadora anterior. El viaje de Starmer a Irlanda, el primero de un primer ministro británico en cinco años, subraya la importancia de reconstruir los lazos con sus vecinos europeos. En las últimas semanas, Starmer también se ha reunido con los líderes de Alemania y Francia, Olaf Scholz y Emmanuel Macron.

La relación con Irlanda es especialmente significativa, no solo por los lazos culturales y el interés compartido en Irlanda del Norte, sino también por los estrechos vínculos comerciales entre ambos países. El comercio bilateral alcanza los 100.000 millones de euros anuales, lo que subraya la relevancia económica de mantener relaciones positivas.

Durante su visita a Dublín, Starmer se reunió con su homólogo irlandés, Simon Harris, y representantes empresariales para discutir el futuro de las relaciones bilaterales. Harris, quien fue el primer líder internacional en visitar a Starmer tras su victoria electoral en julio, destacó la importancia de revitalizar las relaciones británico-irlandesas y garantizar que el Acuerdo de Viernes Santo, que puso fin a décadas de conflicto en Irlanda del Norte, siga siendo una prioridad para ambos gobiernos.

Starmer reafirmó su compromiso con el Acuerdo de Viernes Santo y subrayó la necesidad de un “reinicio más amplio” en las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea. Ambos líderes coincidieron en que la prosperidad y la paz deben ser los pilares fundamentales de las relaciones futuras.

La reunión de Starmer y Harris incluyó la asistencia a un partido de fútbol entre Irlanda e Inglaterra en el Estadio Aviva de Dublín, el primer encuentro competitivo entre ambos países en suelo irlandés en más de tres décadas.

Con información de la república