El presidente estadounidense Joe Biden realizó este 23 de diciembre una histórica conmutación de penas capitales, transformando las sentencias de 37 de los 40 condenados a muerte federales en cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional.

“Esta decisión refleja la postura del presidente Biden contra la pena capital, mantenida durante su administración a través de una moratoria sobre las ejecuciones federales implementada por el Departamento de Justicia”, señala el comunicado oficial de la Casa Blanca.

La medida llega a menos de un mes del anticipado retorno de Donald Trump a la presidencia, quien durante su anterior mandato levantó la moratoria sobre ejecuciones federales que existía desde 2003. En su campaña actual, Trump ha defendido firmemente la pena capital, especialmente para casos relacionados con tráfico de drogas y crímenes cometidos por migrantes contra ciudadanos estadounidenses.

Tres condenados quedaron excluidos de esta conmutación masiva: Djokhar Tsarnaev, responsable del atentado en la maratón de Boston; Dylann Roof, el supremacista blanco que asesinó a nueve personas afroamericanas en una iglesia de Charleston; y Robert Bowers, autor del tiroteo en una sinagoga de Pittsburgh que cobró once vidas.