En un espeluznante suceso que ha conmocionado a la comunidad cercana a París, un hombre de 33 años confesó haber asesinado a su esposa y a sus cuatro hijos, sumiendo a la región en un estado de shock y consternación. El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, afirmó haber “oído voces” que le instaban a “hacer daño” y describió sentirse “vacío” desde el momento del atroz crimen.

El hallazgo de los cuerpos tuvo lugar en la noche del lunes, en su domicilio de Meaux, a 40 km al este de la capital francesa, cuando la policía fue alertada por vecinos preocupados que no tenían noticias de la madre. Al llegar a la residencia familiar, las autoridades descubrieron un escenario desgarrador: la madre y dos hijas, de 10 y 7 años, habían sido apuñaladas varias veces con una violencia extrema, mientras que los otros dos hijos, de 4 años y 9 meses, murieron por asfixia mecánica.

El presunto asesino, quien tenía antecedentes de trastornos psicóticos y depresivos, había dejado de tomar su medicación diaria el 24 de diciembre, agravando su estado mental. Aunque estaba bajo tratamiento psiquiátrico y medicado desde 2019, no había sido puesto bajo supervisión judicial.

El fiscal a cargo del caso solicitó que se acuse al padre de homicidio y que quede en prisión preventiva, considerando la gravedad de los hechos y la peligrosidad que representa para la sociedad.

Las autopsias realizadas revelaron que la madre y las niñas recibieron alrededor de 10 puñaladas cada una, evidenciando la brutalidad del ataque. El presunto asesino, en estado de shock, no pudo identificar las motivaciones que lo llevaron a cometer tan horrendos crímenes.