En un reciente acto de campaña en Carolina del Sur, Donald Trump ha reafirmado sus polémicas políticas migratorias y ha puesto en duda el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de la OTAN frente a Rusia, en caso de ganar nuevamente la Presidencia del país.

El exmandatario, conocido por su postura firme en temas migratorios, celebró el fracaso de un proyecto de ley bipartidista para abordar la crisis en la frontera con México, asegurando que implementará una “operación de deportación” masiva desde el primer día de su eventual retorno al cargo.

El proyecto legislativo, que también contemplaba ayuda adicional a Ucrania e Israel, fue abandonado esta semana en el Senado, lo que evidenció el control que Trump sigue manteniendo sobre los republicanos y obstaculizó un posible triunfo del presidente demócrata Joe Biden en materia migratoria.

En sus declaraciones, Trump destacó su firmeza al respecto: “El primer día acabaré con todas las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden e iniciaremos la mayor operación de deportación nacional en la historia de Estados Unidos. No tenemos opción”.

Además de sus promesas sobre migración, Trump generó controversia al cuestionar la seguridad de la OTAN frente a Rusia. Durante el mitin, reveló una conversación con un líder no identificado durante una reunión de la OTAN, donde sugirió que Estados Unidos no defendería a países miembros morosos en sus contribuciones.

Estas afirmaciones han generado fuertes críticas, tanto a nivel nacional como internacional. La Casa Blanca rechazó las declaraciones de Trump, calificándolas de “espantosas y desquiciadas”, mientras que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, enfatizó que socavan la seguridad de todos.

Por otro lado, Trump ha amenazado con restringir la ayuda estadounidense a Ucrania, que enfrenta una guerra con Rusia, y ha expresado dudas sobre la permanencia de Estados Unidos en la OTAN en caso de regresar al poder.

El Senado de EE. UU. debatirá la próxima semana un paquete de ayuda que incluye fondos significativos para Ucrania, Israel y Taiwán, con el objetivo de apoyar a Ucrania en su conflicto con Rusia y fortalecer la defensa de los aliados estratégicos de Estados Unidos.