Amnistía Internacional ha emitido una enérgica declaración tras las recientes acciones ejecutivas anunciadas por el expresidente Donald Trump en relación con la inmigración. Amy Fischer, directora del Programa sobre Derechos de Personas Refugiadas y Migrantes de la organización en Estados Unidos, calificó estas políticas como una amenaza directa a los derechos humanos, acusando al expresidente de promover una agenda racista y de xenofobia institucionalizada.

Las medidas anunciadas por Trump incluyen la reinstauración de políticas fronterizas consideradas crueles, el fin del derecho a la nacionalidad por nacimiento y el cierre de aplicaciones como CBP One, utilizadas para gestionar solicitudes de asilo. Además, se planean redadas migratorias en todo el país, lo que, según Fischer, perpetúa narrativas supremacistas blancas como la “Teoría del Gran Reemplazo”.

Fischer señaló que estas medidas no solo generan caos y miedo en las comunidades migrantes, sino que también agravan las crisis humanitarias en la frontera. “El gobierno de Trump cree que nuestros vecinos inmigrantes no deberían estar aquí”, afirmó, destacando que estas políticas alimentan discursos falsos que culpan a los inmigrantes de problemas sociales como la crisis de la vivienda, el cambio climático o la inflación.

Amnistía Internacional denunció que el sistema migratorio estadounidense no solo prolonga el sufrimiento de quienes buscan asilo, sino que también se beneficia de su precariedad. Según la organización, la retórica de Trump convierte a los inmigrantes en chivos expiatorios para desviar la atención de las fallas de liderazgo político.

Fischer enfatizó que las comunidades inmigrantes no son responsables de las crisis económicas o sociales que enfrenta el país. “Las soluciones reales deben cumplir con las obligaciones en materia de derechos humanos, incluir las voces de las comunidades afectadas y proporcionar vías accesibles hacia la ciudadanía para quienes buscan seguridad”, expresó.

La organización instó al gobierno de Estados Unidos a abandonar la política de miedo y adoptar enfoques que respeten los derechos humanos y fomenten la inclusión. Fischer destacó que la fortaleza del país radica en dar la bienvenida a personas valientes y resilientes que llegan en busca de seguridad y una vida mejor.

Amnistía Internacional se comprometió a seguir documentando los abusos contra los derechos humanos y responsabilizando a las autoridades gubernamentales. Según la declaración, las políticas inclusivas no solo son más justas y efectivas, sino que también resultan más económicas, beneficiando a todas las comunidades en el país.