Alcalde en México fue asesinado y decapitado a seis días de haberse posesionado

Por: Maria José Salcedo

7 octubre, 2024

Alcalde en México fue asesinado y decapitado a seis días de haberse posesionado

El alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, fue brutalmente asesinado este domingo 6 de octubre, un trágico suceso que se suma a la alarmante serie de homicidios contra políticos en México. El crimen ocurrió apenas una semana después de que Arcos asumiera el cargo el 30 de septiembre, lo que ha generado consternación en el estado de Guerrero, una de las entidades más golpeadas por la violencia derivada de la lucha entre grupos criminales.

El cuerpo del mandatario fue hallado al interior de una camioneta y su cabeza decapitada sobre el techo de la misma, una escena macabra, a través de la cual las organizaciones criminales detrás del asesinato pretenden enviar un mensaje intimidante.

La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, condenó el asesinato a través de un mensaje en redes sociales, subrayando que este hecho “enluta a toda la sociedad guerrerense”. A pesar de la conmoción generalizada, hasta el momento no se han revelado detalles oficiales sobre las circunstancias del crimen. Sin embargo, imágenes que circulan en redes sociales muestran la brutalidad del ataque: el cuerpo decapitado del alcalde fue encontrado en el interior de una camioneta, mientras su cabeza estaba sobre el toldo del vehículo.

Alejandro Arcos, impulsado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las últimas elecciones, había ganado la alcaldía de Chilpancingo como parte de una coalición con el PAN y el PRD. Su asesinato ha sido calificado por el PRI como un “cobarde crimen”, y el partido exigió justicia inmediata. “¡Basta ya de violencia e impunidad! Las y los guerrerenses no merecen vivir con miedo”, expresó la organización política.

El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, también lamentó el asesinato, recordando que apenas tres días antes, el secretario del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, había sido asesinado. “Llevaban menos de una semana en el cargo. Funcionarios jóvenes y honestos que buscaban el progreso para su comunidad”, señaló Moreno.

Este trágico asesinato evidencia una vez más el nivel de inseguridad que enfrenta Guerrero, uno de los estados más violentos de México debido a su ubicación estratégica en el tráfico de drogas. El estado, que conecta con la costa del Pacífico, ha sido escenario de numerosos enfrentamientos entre grupos criminales que luchan por el control de rutas del narcotráfico.

¿Quién era Alejandro Arcos Catalán?

Nacido el 12 de febrero de 1981 en Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán fue un político con una larga trayectoria en la administración pública y el desarrollo social. Provenía de una familia con profundas raíces en la sierra guerrerense, y dedicó gran parte de su vida al servicio comunitario. Arcos era licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, y desde 1994 se dedicó a gestionar proyectos enfocados en grupos vulnerables.

Su carrera incluyó diversos cargos en el gobierno estatal y municipal, destacándose como director de Catastro en Chilpancingo, donde implementó programas que mejoraron la recaudación fiscal. También fue un importante impulsor de los derechos de las personas adultas mayores durante su paso por el Instituto Guerrerense para la Atención Integral de las Personas Adultas Mayores (IGATIPAM).

En 2024, Arcos fue candidato a la alcaldía de Chilpancingo por la coalición PRI-PAN-PRD, obteniendo la victoria gracias a un voto de castigo contra Morena, partido afectado por la polémica gestión de la anterior alcaldesa, Norma Otilia Hernández Martínez, vinculada públicamente con líderes de grupos criminales.

 Un mandato interrumpido por la violencia

Apenas el 30 de septiembre, Alejandro Arcos asumió la alcaldía de Chilpancingo en una ceremonia sobria, en solidaridad con las víctimas del huracán John que había golpeado la región. En su primer discurso como alcalde, prometió trabajar por la paz y la seguridad del municipio, y destacó la importancia de colaborar con el Ejército Mexicano y la Iglesia en la búsqueda de soluciones para la violencia que afecta la región.

En una entrevista concedida dos días antes de su asesinato, Arcos afirmó que, aunque el asesinato de su secretario general, Francisco Tapia, podía interpretarse como una advertencia, él no había recibido amenazas directas. “No he recibido hasta el momento ninguna llamada, mensaje o algún planteamiento”, comentó en la entrevista.