Las autoridades sanitarias de Gaza reportaron que al menos 104 personas murieron en las últimas horas como consecuencia de ataques israelíes. Según informes recientes, al menos 65 de estas víctimas perdieron la vida mientras intentaban conseguir alimentos en puntos de distribución humanitaria. El total de fallecidos desde el inicio de la ofensiva israelí asciende ahora a 60.839, de los cuales el Ministerio de Salud estima que la mitad son mujeres y menores de edad.

Los ataques más letales se registraron cuando civiles acudían a centros de ayuda operados por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), organización respaldada por Estados Unidos. En Rafah, al sur del enclave, el hospital Naser reportó la llegada de nueve cuerpos desde el punto de ayuda SDS2 en el barrio Saudí, aunque la agencia palestina Wafa elevó la cifra a 13 muertos.

El hospital Al Awda, en Al Nuseirat (centro de Gaza), confirmó la llegada de siete fallecidos y ocho heridos que intentaban acceder al centro SDS4. Según la agencia Wafa, otros ataques ocurrieron en una escuela que albergaba desplazados en Al-Amal, con dos muertos, y en el barrio de Shujaiya, donde murieron tres personas más.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reaccionó a los videos publicados por Hamás y la Yihad Islámica donde aparecen los rehenes Evyatar David y Rom Braslavski desnutridos cavando sus tumbas. Netanyahu declaró que “Israel no tiene responsabilidad alguna en esta situación”, argumentando que su gobierno ha estado “permitiendo la entrada de ayuda humanitaria” a Gaza.

El mandatario israelí acusó a Hamás de “privar deliberadamente de alimento a los rehenes y exhibirlos de forma cínica y cruel”.

La crisis se ha intensificado tras la difusión de un video donde el rabino israelí Ronen Shaulov declaró que “toda Gaza y cada niño de Gaza debería morir de hambre por lo que están haciendo ahora con los rehenes”. Shaulov agregó: “No siento ninguna lástima por quienes, en unos años, crecerán y no tendrán piedad de nosotros”.

Las autoridades humanitarias reportan que no hay alimentos disponibles y que el agua es muy limitada, lo que explica por qué tantos gazatíes desesperados arriesgan sus vidas para buscar ayuda en los pocos centros de distribución que aún funcionan.

Entre el 2 de marzo y el 19 de mayo, Israel mantuvo cerradas las fronteras de Gaza, impidiendo el paso de alimentos. Aunque ahora se permite una entrada muy limitada, la situación permanece crítica. Desde que los centros de GHF comenzaron a operar el 27 de marzo, la ONU ha documentado al menos 1.373 muertes de personas que intentaban conseguir comida.

Según datos oficiales, hasta el 30 de julio de 2025 se habían registrado 154 muertos por hambruna, de los cuales 89 eran niños. Desde octubre de 2023, al menos 170 gazatíes han fallecido por desnutrición, con la mitad de esas muertes registradas únicamente en julio de 2025.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha criticado la estrategia israelí, que concentra la entrega de alimentos en zonas peligrosas con métodos poco efectivos, resultando en que la comida no llega a los necesitados mientras continúan las muertes.

Con información de caracol radio y bluradio