“A las mujeres les arrancan las uñas”: Investigación revela torturas del ELN en Venezuela

Por: Maria José Salcedo

9 enero, 2024

"A las mujeres les arrancan las uñas": Investigación revela torturas del ELN en Venezuela

Una investigación periodística independiente ha destapado nuevas evidencias sobre las sistemáticas violaciones a los derechos humanos que estaría cometiendo el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en varias zonas rurales de Venezuela, especialmente contra mujeres.

Los hallazgos, publicados esta semana por el medio digital Armando.info, exponen crueles casos de tortura y vejaciones perpetradas presuntamente por combatientes del ELN contra población civil en los estados fronterizos de Apure y Amazonas.

“Me arrancaron todas las uñas, una por una, con pinzas. Solo porque les dije que no sabía dónde estaba mi marido”, relató una de las víctimas entrevistadas, habitante de una pequeña comunidad indígena.

Otra mujer, madre soltera de 32 años, narró cómo fue golpeada e intimidada para que entregara a sus hijos a las filas guerrilleras. “Dijeron que si no les daba a uno de mis hijos para que fuera guerrillero, me mataban a mí y al resto de mi familia”, afirmó entre sollozos.

Según el informe, cerca de 300 mujeres han sufrido torturas, violencia sexual y diferentes crímenes a manos de presuntos miembros del ELN en los últimos dos años. La mayoría son amas de casa o campesinas humildes.

Expertos señalan que estas acciones buscarían amedrentar a las comunidades rurales y consolidar el control territorial y social del ELN en esas áreas, en medio de la debilidad institucional.

El Gobierno venezolano no se ha pronunciado hasta ahora sobre estas graves denuncias que comprometen el proceso de paz que intenta impulsar con dicha guerrilla.

“Hasta los curas dicen ‘amén’ a los mandamientos del ELN en Táchira y Apure”

Así se titula el trabajo periodístico que relata cómo el grupo guerrillero del ELN que se encuentra en Venezuela se ha encargado de intimidar a miembros de la iglesia y otras autoridades en poblaciones cercanas a Colombia promovieron sus “mandamientos” y asegurando que quien los desconozca y “peque” podría desaparecer.

El Padre Pedro llevaba años sirviendo en una pequeña parroquia rural. Conocía bien las penurias y miedos de sus feligreses, siempre bajo la sombra ominosa de los hombres armados que campaban por la zona.

Un día, dos encapuchados irrumpieron en la iglesia y le entregaron un cuadernillo gastado. “Es la cartilla de Dios”, le dijeron. “Ahí están las reglas que la gente debe seguir si no quiere problemas”.

El buen sacerdote ojeó el manual, lleno de normas y prohibiciones absurdas. Comprendió que era una herramienta más de control sobre esos pobres campesinos que ya vivían atemorizados.

Guardó la “cartilla” y decidió proteger su origen. Sabía bien el riesgo que corría al alzar la voz, pero no podía quedarse de brazos cruzados. Debía denunciar los atropellos que sus ojos veían a diario, perpetrados por esos violentos en nombre de una causa en la que ya nadie creía.

Algunas prohibiciones que contiene la cartilla de “Dios”

  • Prohibición de hablar sobre temas sensibles como secuestros o extorsión que realizan los guerrilleros.
  • Restricciones al uso de redes sociales y dar entrevistas para evitar la difusión de información sobre sus actividades ilícitas.
  • Obligación de cerrar negocios como bares a tempranas horas de la noche impuesta mediante intimidación.

Varios de los testimonios que se desprenden de la investigación del medio venezolano, indican que los jóvenes son rapados, amarrados a caballos, a los postes de luz o a árboles con hormigas bajo el rayo inclemente del sol. Así mismo, las mujeres que incumples las normas impuestas por esa guerrilla también sufren la violencia de sus actos y les arrancan las uñas.