Qué países latinoamericanos otorgan las mayores pensiones a los expresidentes

Por: becquerel

7 marzo, 2023

El dólar en Colombia supera los $4.100: factores externos impulsan la devaluación

En gran parte de Latinoamérica y en el mundo en general, los expresidentes reciben pensiones vitalicias como reconocimiento a su servicio y responsabilidad en una posición de liderazgo durante un período determinado. La Constitución de algunos países, como Colombia, reconoce el impacto significativo que puede tener el desempeño de un presidente en la economía y seguridad nacional, por lo que se espera que asuman riesgos y tomen decisiones difíciles en beneficio del bienestar del país.

Las pensiones vitalicias para los expresidentes también se han adoptado como una forma de incentivar a personas calificadas a postularse para el cargo, asegurando su seguridad financiera en el futuro. Sin embargo, este beneficio es objeto de debate y crítica en algunos lugares, especialmente cuando se considera que algunos expresidentes pueden estar en una situación económica cómoda sin necesidad de recibir una pensión adicional.

En algunos países de Latinoamérica, los expresidentes reciben pensiones significativamente altas, lo que ha generado críticas en la población. Por ejemplo, en Venezuela, los expresidentes tienen derecho a una pensión vitalicia equivalente al salario de un juez del Tribunal Supremo de Justicia, que actualmente supera los 5.000 dólares al mes (unos 23 millones de pesos).

En México, los expresidentes tienen derecho a una pensión equivalente al salario de un secretario de Estado, que actualmente ronda los 10.000 dólares al mes (unos 47 millones de pesos colombianos), además de otros beneficios como servicios médicos y protección policial.

En Perú, los expresidentes reciben una pensión equivalente al 75% del salario de un congresista, que actualmente equivale a unos 4.600 dólares al mes (unos 22 millones de pesos), así como una oficina y personal de apoyo.

En Colombia, los expresidentes reciben una pensión equivalente al 75% del salario de un magistrado de la Corte Suprema de Justicia, que actualmente equivale a unos $47 millones (unos 10.000 dólares al mes), junto con servicios médicos y protección de seguridad.

Es importante tener en cuenta que estas pensiones varían según el país y la legislación vigente en cada momento, y pueden estar sujetas a cambios en el futuro.