La infancia ha cambiado y Toy Story 5 quiere contarlo. Pixar ha confirmado el estreno oficial de la nueva entrega de su emblemática franquicia para el 19 de junio de 2026, y con ello, ha revelado una trama que apunta directamente a un tema contemporáneo: el reto que enfrentan los juguetes tradicionales frente al mundo digital que domina la atención de los niños.

Durante una presentación exclusiva en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, el jefe creativo de Pixar, Pete Docter, ofreció un adelanto de esta nueva aventura que tendrá como eje central la lucha de personajes como Woody y Buzz por seguir siendo parte esencial de la vida de Bonnie, su actual dueña. El problema: Bonnie ahora está fascinada con Lillypad, una tableta que acapara su tiempo y afecto.

¿Los juguetes han perdido la batalla contra las pantallas?

Esta quinta película se centra en un tema muy actual: la pérdida de relevancia de los juguetes físicos en una infancia cada vez más digitalizada. Bonnie, ahora de ocho años, representa a millones de niños que han sustituido las muñecas, figuras y carritos por juegos móviles, redes sociales y contenido en streaming. Frente a eso, Toy Story 5 plantea una pregunta profunda: ¿qué lugar ocupan los juguetes tradicionales en esta nueva era?

Según Pixar, el guion explorará cómo los juguetes se sienten desplazados y buscan nuevas formas de ser útiles y significativos. La trama no solo será un viaje emocional, sino también una crítica sutil y nostálgica al cambio en la forma de jugar, en cómo la imaginación ha sido reemplazada por algoritmos y pantallas táctiles.

La escena que define el conflicto

En el adelanto presentado en Annecy, se mostró una escena impactante que encapsula este nuevo conflicto: una caja llena de figuras de Buzz Lightyear aparece varada en una isla desierta. Los juguetes, desconcertados y aislados, intentan reconectarse con Star Command mientras lidian con la sensación de abandono. Es una metáfora clara del aislamiento de los juguetes físicos en el ecosistema digital actual.

Este inicio establece el tono emocional de la película: nostalgia, aventura y un cuestionamiento al futuro del juego infantil. Los personajes de siempre se enfrentarán a un entorno completamente nuevo, donde no solo deben competir con otros juguetes, sino con la tecnología misma.

Pixar apela al corazón y a la memoria

Con Andrew Stanton en la dirección y McKenna Harris como codirectora, Toy Story 5 no solo promete una historia conmovedora, sino una reflexión cultural sobre la evolución de la niñez. Regresan también las voces que marcaron a toda una generación: Tom Hanks (Woody), Tim Allen (Buzz Lightyear) y Joan Cusack (Jessie), junto a Ernie Hudson, quien dará vida a Combat Carl.

Esta entrega coincide con la conmemoración de los 30 años del estreno del primer Toy Story (1995), el filme que revolucionó la animación digital y cambió para siempre el cine infantil. Con esta nueva historia, Pixar parece querer cerrar el círculo: una celebración del legado de los juguetes, pero también un llamado de atención sobre el impacto de lo digital en la infancia.

¿Una despedida o un renacimiento?

Aunque Toy Story 5 aún está en desarrollo, su premisa ya ha capturado la atención del público. No se trata solo de una secuela más: es una película que pone en el centro una discusión que involucra a padres, niños, educadores y tecnólogos por igual.

¿Puede un vaquero de trapo competir con una tableta inteligente? ¿Dónde queda la imaginación en medio del bombardeo digital? ¿Sobrevivirá el juego físico a las luces de las pantallas?

Pixar buscará dar respuesta a estas preguntas con una historia que —como ya es tradición en la saga— combinará ternura, humor, aventura y una fuerte dosis de realidad emocional. Toy Story 5 no solo traerá de vuelta a los personajes más queridos del cine animado, sino que pondrá sobre la mesa uno de los mayores dilemas de la crianza moderna.