El mundo del cine y la cultura popular lamentan la partida de Gene Hackman, icónico actor de Hollywood, quien fue encontrado sin vida en su residencia de Nuevo México a los 95 años, junto a su esposa Betsy Arakawa. Su muerte marca el fin de una carrera cinematográfica de más de cinco décadas, dejando una huella indeleble en la industria del entretenimiento.

Nacido como Eugene Allen Hackman el 30 de enero de 1930 en San Bernardino, California, Hackman comenzó su carrera en el teatro antes de incursionar en el cine durante los años 60. Su talento y habilidad para encarnar personajes complejos lo convirtieron rápidamente en uno de los actores más versátiles y respetados de su generación.

A los 13 años, su padre abandonó a la familia, un hecho que marcaría su vida y su sensibilidad hacia el comportamiento humano. Posteriormente, a los 16 años, Hackman se alistó en los Marines, donde sirvió hasta los 19. Tras su baja, se estableció en Nueva York y se unió al Pasadena Playhouse, donde formó una amistad con el también actor en ascenso Dustin Hoffman.

Reconocimiento en Hollywood

El talento de Hackman lo llevó a obtener dos premios Oscar. En 1971, ganó la estatuilla a Mejor Actor por su papel de “Popeye Doyle” en The French Connection, un personaje que se convirtió en un referente del cine policiaco. En 1992, Clint Eastwood lo dirigió en Unforgiven, una interpretación que le valdría el Oscar a Mejor Actor de Reparto.

Hackman trabajó con algunos de los directores más influyentes del cine, incluyendo a Francis Ford Coppola, William Friedkin, Sidney Lumet y el propio Clint Eastwood. Su filmografía incluye clásicos como The Conversation (1974), The Royal Tenenbaums (2001) y Superman (1978), donde dio vida al villano Lex Luthor.

A pesar de su fama, Hackman siempre prefirió mantener una vida privada. En su retiro del cine, se dedicó a la escritura, publicando varias novelas y demostrando su capacidad para contar historias más allá de la pantalla grande.

El legado de Gene Hackman es innegable. Su talento, versatilidad y compromiso con la actuación lo consolidaron como uno de los actores más importantes de la historia del cine. Su partida deja un vacío en la industria, pero su legado permanecerá vivo en cada una de sus interpretaciones que marcaron a generaciones de cinéfilos.