Todo está listo para que Guns N’ Roses, una de las bandas más emblemáticas de la historia del rock, regrese a los escenarios colombianos. El grupo liderado por Axl Rose se presentará el próximo martes 7 de octubre en el nuevo escenario de Vive Claro en Bogotá y, días después, el 11 de octubre, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín. Será la quinta vez que la agrupación visite el país, en medio de la expectativa de miles de fanáticos.

La historia de Guns N’ Roses en Colombia está marcada por el inolvidable concierto del 1992 en el estadio El Campín de Bogotá, considerado uno de los shows más caóticos que ha vivido la capital.

En aquella ocasión, la agrupación llegó en el mejor momento de su carrera con la gira de *Use Your Illusion*, pero la logística jugó en contra. El sonido nunca llegó desde Venezuela debido a un golpe de Estado, el techo del escenario colapsó por errores en el montaje y, en lugar de dos conciertos programados, solo se pudo realizar uno.

A esto se sumaron graves problemas de sobrecupo, disturbios dentro y fuera del estadio y un show que terminó abruptamente cuando la banda decidió abandonar el escenario tras apenas 90 minutos de presentación.

November Rain bajo la tormenta

En medio de la confusión, hubo un instante que quedó grabado en la memoria de los asistentes. Durante la interpretación de *November Rain*, Axl Rose se sentó frente a un piano de cola justo cuando comenzó a llover intensamente. La escena, ocurrida en noviembre y sin techo que protegiera el escenario, terminó siendo uno de los momentos más icónicos en la historia del rock en Bogotá.

Sin embargo, la magia de esa imagen contrastó con la frustración del público. Muchos que tenían boletas no lograron ingresar al estadio, los disturbios se intensificaron tras la salida inesperada de la banda y la noche terminó en caos.

Una llegada marcada por la locura

Desde su arribo a la capital, la visita de Guns N’ Roses fue desbordante. En el aeropuerto, la multitud de fanáticos generó un caos que incluso alcanzó al propio Axl Rose, a quien le halaron el cabello en medio del tumulto. El desorden se trasladó al Hotel Tequendama, donde la agrupación se hospedó y posteriormente realizó una fiesta que acabó con la destrucción de varias suites, gastos que tuvieron que asumir los empresarios locales.

La decisión de los organizadores de concentrar dos conciertos en uno solo y la imposibilidad de garantizar un montaje seguro evidenciaron la falta de experiencia en la producción de eventos de gran magnitud en la época.

El esperado regreso en 2025

Más de tres décadas después, los fanáticos colombianos se preparan para vivir un nuevo capítulo con Guns N’ Roses. Esta vez, las condiciones son diferentes: con escenarios modernos, mayores estándares de seguridad y una industria de espectáculos fortalecida.

El regreso de la agrupación no solo evoca la nostalgia por aquel concierto fallido de 1992, sino también la esperanza de revivir, sin contratiempos, la energía de uno de los grupos más influyentes del rock mundial.