El lado oscuro de las “fiestas blancas” de P. Diddy: excentricidades, excesos y aberraciones

Por: Maria José Salcedo

25 septiembre, 2024

El lado oscuro de las "fiestas blancas" de P. Diddy: excentricidades, excesos y aberraciones

El productor musical Sean “Diddy” Combs, reconocido por sus extravagantes “Fiestas Blancas”, está en el centro de la polémica tras la reciente publicación de fotografías y videos que exponen el exceso y la decadencia que caracterizaron estos eventos. Las imágenes, obtenidas por el diario DailyMail, muestran detalles nunca antes revelados de las fiestas que Diddy organizaba en su mansión de East Hampton, Nueva York, donde el desenfreno y las excentricidades eran el común denominador.

Las icónicas “Fiestas Blancas” comenzaron en 1998, cuando Diddy estaba en una relación con Jennifer López. A lo largo de los años, estas reuniones reunieron a celebridades de primer nivel, como Jay-Z, Mariah Carey, Justin Bieber, Leonardo DiCaprio, Ashton Kutcher y muchos otros. Sin embargo, detrás de la elegancia de los códigos de vestimenta y las exclusivas listas de invitados, se escondían fiestas llenas de excesos.

Según testigos y testimonios revelados por *DailyMail*, estas fiestas de Diddy eran una mezcla de lujos, drogas y situaciones cada vez más extremas. Aunque los eventos comenzaban con un ambiente más relajado, a medida que caía la noche, la situación cambiaba drásticamente. Se reporta que durante las noches, las drogas y el alcohol fluían sin restricciones, y algunos invitados afirmaron haber visto a Diddy realizar actos degradantes hacia otros asistentes.

Los niveles ocultos de las fiestas

Tom Swoope, un empresario musical cercano a Diddy, reveló que estas reuniones estaban organizadas en diferentes “niveles”. Según Swoope, en la parte más pública de las fiestas se veía a personas embriagadas o bajo el efecto de sustancias. Sin embargo, en áreas privadas, las cosas eran mucho más oscuras. Estas zonas exclusivas, a las que solo accedían ciertos invitados, eran escenario de “humillaciones sexuales” y otros actos extremos.

Swoope también mencionó que Diddy solía ofrecer contratos discográficos o grandes sumas de dinero a cambio de que sus invitados accedieran a participar en estas actividades. En algunas imágenes divulgadas, se puede ver al rapero rociando champaña sobre mujeres semidesnudas y organizando juegos sexuales con ellas en su piscina, mientras otros asistentes observaban o participaban.

¿Quiénes asistían a las fiestas de Diddy?

A pesar de la naturaleza de estas reuniones, las fiestas de Diddy atraían a una variedad de personas, desde grandes estrellas de Hollywood hasta personalidades de la alta sociedad. Entre los asistentes se encontraban nombres como Kelly Osbourne, David Blaine y Tommy Lee, pero también figuras más recatadas como la diseñadora Vera Wang o la empresaria Martha Stewart, quienes en ese momento desconocían los excesos que ocurrían tras bambalinas.

Swoope también mencionó en sus declaraciones que Diddy tenía una percepción de sí mismo como un “dios”, capaz de controlar a sus invitados. En una de las grabaciones reveladas, el rapero aseguró: “Puedo obligar a cualquiera a hacer lo que quiera. Tengo las llaves del castillo”. Este comportamiento no solo era visible en sus fiestas, sino también en su vida profesional, donde se le acusa de haber usado su poder para manipular y abusar de sus colaboradores y empleados.

El caso legal y el fin de una era

En la actualidad, Diddy enfrenta cargos graves en el Distrito Sur de Nueva York por asociación ilícita, tráfico sexual y transporte para ejercer la prostitución. Aunque el rapero se ha declarado inocente de todas las acusaciones, su detención ha puesto en evidencia los excesos que marcaron su vida durante las décadas de 1990 y 2000.

Las fiestas de Diddy, que alguna vez fueron uno de los eventos más codiciados por celebridades y poderosos de todo el mundo, ahora se ven bajo una nueva luz. Lo que parecía ser una celebración de lujo y opulencia, era en realidad un espacio para el abuso y la manipulación. Las consecuencias legales de estas revelaciones aún están por verse, pero es claro que la imagen de Diddy como un “Gatsby moderno” ha quedado destruida.