¿Qué es el índice ‘Carry Bradshaw’ y qué significa en el mercado de alquileres?

Por: Maria Jose Salcedo

2 octubre, 2025

¿Qué es el índice 'Carry Bradshaw' y qué significa en el mercado de alquileres?

El índice Carrie Bradshaw, creado en 2023 por The Economist, se ha convertido en una herramienta novedosa para medir la accesibilidad del alquiler en las grandes ciudades. Inspirado en la protagonista de Sex and the City, que logró alquilar un apartamento en Nueva York con un salario de escritora de columnas, este indicador busca responder a una pregunta central: ¿cuánto debe ganar una persona para vivir sola en una ciudad sin destinar más del 30% de su salario al arriendo?

La fórmula es sencilla pero reveladora. El índice calcula el ingreso anual que necesita un inquilino para arrendar un apartamento promedio de una habitación en cada ciudad, lo que The Economist denomina los “inquilinos recomendados”. Esta cifra se compara luego con el salario medio local, lo que da como resultado la “puntuación Bradshaw”, un indicador que muestra dónde es más viable vivir solo con los ingresos que realmente se obtienen.

El objetivo no es solo ofrecer un dato de renta, sino mostrar la brecha entre lo que cuesta un alquiler y lo que ganan los residentes. Por ello, el índice se ha convertido en un punto de referencia para entender cómo las dinámicas del mercado inmobiliario afectan directamente el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Por qué es importante en el mercado de alquileres

El índice Carrie Bradshaw cobra relevancia porque permite visualizar con claridad la tensión creciente entre salarios e incrementos de renta en Europa. Ciudades como Londres y Ginebra, donde se requieren más de 95.000 dólares al año para alquilar una vivienda de una habitación, evidencian un mercado extremadamente tensionado, con menos del 1% de disponibilidad en residencias.

En contraste, ciudades como Ankara muestran el otro extremo: con menos de 18.000 dólares anuales es posible arrendar, lo que revela la disparidad del panorama europeo. Esta brecha no solo ilustra diferencias en costos, sino también en el acceso real a una vivienda digna para la población trabajadora.

Ejemplos de impacto

El estudio destaca casos críticos como Budapest y Lisboa, donde los salarios no alcanzan a cubrir el costo de arrendar. En Lisboa, por ejemplo, los 31.000 dólares anuales que recibe en promedio un trabajador apenas cubren la mitad de los 58.000 que exige el mercado. Situaciones como esta muestran cómo fenómenos globales, como la llegada de nómadas digitales, influyen directamente en los precios de vivienda, desplazando a los habitantes locales.

Por otro lado, Alemania presenta un escenario más balanceado: ciudades como Bonn, Berlín y Karlsruhe ofrecen una relación más favorable entre ingresos y costos de arrendamiento, mostrando que es posible equilibrar oferta y demanda sin llegar a crisis de asequibilidad.

Más allá de la referencia cultural a Carrie Bradshaw, el índice se ha posicionado como una herramienta de análisis económico y social. Permite medir la accesibilidad a la vivienda con parámetros sencillos y comparables, y ofrece a gobiernos, urbanistas y ciudadanos un mapa claro de los retos del mercado de alquiler.