¿Por qué no ha habido acuerdo para establecer el nuevo salario mínimo?

Por: Elizabeth Montoya

16 diciembre, 2023

A pesar de que este 15 de diciembre vencía el plazo legal para que Gobierno, empresarios y sindicatos acordaran el incremento del salario mínimo para 2024, las partes decidieron extender las negociaciones para la próxima semana ante las diferencias existentes.

En medio de la difícil situación económica que atraviesa Colombia, la negociación del salario mínimo para el año 2024 se presenta como un desafío mayor, pues la falta de acuerdo está marcada por la desaceleración de la economía que ha elevado los niveles de incertidumbre.

Existe el temor de que el país entre en recesión el próximo año, lo que complica aún más las conversaciones entre empresarios y trabajadores. Mientras los primeros abogan por moderación en el alza salarial, los segundos demandan un incremento significativo para impulsar la actividad económica.

 

¿10%, 18%? Las apuestas continúan hasta el 31

Mientras los sindicatos proponen un alza del 18% para llevar el mínimo a $1,3 millones (el subsidio de transporte pasaría de $ 140.000 a $ 165.200), argumentando que esto contribuirá al poder adquisitivo de los trabajadores y a la reactivación económica, los empresarios advierten sobre fijar aumentos desproporcionados frente al bajo crecimiento económico y la reforma laboral en curso.

La negativa de los empresarios a proponer una cifra específica ha aumentado la incertidumbre. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, insta a que el aumento se mantenga cercano a la inflación para evitar impactos negativos en la economía, considerando el crecimiento proyectado y la tendencia al aumento del desempleo. Esto implicaría un aumento de un 10 %, que llevaría el salario de $ 1.160.000 a $ 1.276.000.

Fabio Arias, presidente de la CUT, informó que la reunión ha sido pospuesta con el objetivo de que las partes realicen una serie de contactos bilaterales para explorar la posibilidad de llegar a un acuerdo que envíe una señal al país sobre la capacidad de construir consensos, a pesar de las diferencias.

Por su parte, la decana de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de La Sabana, Catherine Pereira, expresa su escepticismo sobre la posibilidad de un acuerdo entre ambas partes. Según Pereira, la divergencia de opiniones se basa en la relación entre inflación y productividad. Advierte que aumentos excesivos, poco fundamentados, podrían traducirse rápidamente en incrementos de precios, generando consecuencias negativas.

Pereira sugiere un aumento “razonable” del salario mínimo, calculado en base a una inflación aproximada del 9,6% para el próximo año, sumada a un 0,7% de productividad. Sin embargo, la falta de consenso entre los actores económicos hace que la opción de un decreto gubernamental para fijar el salario mínimo sea cada vez más plausible.

No obstante, las partes confían en lograr un acuerdo concertado la próxima semana. La ministra de Trabajo, Gloria Ramírez, tiene plazo hasta el 31 de diciembre para decretar el incremento por decreto o presentar un consenso.

El ex presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Diógenes Orjuela, argumenta que el gobierno buscará un acuerdo con los empresarios para evitar decretar el salario mínimo, anticipando una repetición de la historia del año anterior. Orjuela sugiere que el gobierno prefiere evitar contradicciones públicas con los sindicatos.

Lo que se ha acordado y lo que falta

El profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, Juan Nicolás Garzón, relaciona la decisión del salario mínimo 2024 con el debate sobre la reforma laboral. Advierte que un aumento significativo puede desincentivar la contratación, sumándose a las posibles inflexibilidades laborales que la reforma pueda generar.

La incertidumbre se ha exacerbado en la mesa de negociación, donde no se ha logrado un consenso sobre la productividad que se tomará en cuenta. La directora del DANE, Piedad Urdinola, recomendó una productividad laboral del 0,76%, aunque otras cifras presentadas por el DANE muestran variaciones negativas en la productividad.

Las cifras económicas muestran un panorama desafiante. Según el DANE, la variación del PIB en el tercer trimestre de 2023 fue negativa, y la inflación, aunque ha disminuido, sigue siendo elevada. Este mes de noviembre se mantenía en dos dígitos (10,15%), aunque las proyecciones del Banco de la República es cerrar el 2023 con una inflación entre 9,3% y 9,5%.

Definir el salario mínimo de 2024 es una decisión que no solo impactará el poder adquisitivo de los trabajadores, sino también las finanzas de las empresas en un contexto económico complejo. Pero no todo en este escenario es incierto, entre los puntos ya acordados está la solicitud unánime al Banco de la República de reducir las tasas de interés y desindexar del alza otros 88 productos y bienes, que se sumarían a 116 desvinculados el año anterior.

Se espera que en los próximos días Gobierno, empresarios y trabajadores logren un equilibrio entre sus propuestas que permita mejorar el poder adquisitivo de los colombianos sin afectar en exceso la frágil recuperación económica que enfrenta el país.