Cuando el país se encuentra detenido, literalmente, por cuenta del paro del sector transporte, en protesta por la subida del precio del ACPM, hay voces, más allá de la del presidente Gustavo Petro y los ministro de su gibierno, que defienden la medida, dirigida a acabar con el subsidio que por años ha tenido este combustible, y que está generando una carga importante al presupuesto de la nación, además de pérdidas a la industria petrolera, Ecopetrol.

José Ignacio López, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), es uno de los que defiende esta iniciativa y al respecto se pronunció sobre la necesidad de aumentar el precio del ACPM en Colombia, argumentando que este ajuste es crucial para redirigir los $12 billones anuales que actualmente se destinan al subsidio de este combustible hacia proyectos de infraestructura y programas sociales.

López explicó que el precio del ACPM en Colombia está actualmente $4.000 por debajo del precio internacional, incluso después del reciente aumento, que dejó el costo del galón en promedio de 11 mil pesos, debido a un subsidio que el gobierno ha mantenido durante varios años. Este subsidio ha permitido que el combustible en el país sea considerablemente más barato en comparación con otros mercados, pero ha generado una carga financiera significativa para el Estado.

“El precio del ACPM en Colombia está muy por debajo del de la mayoría de países del mundo”, señaló López. “La fórmula actual no remunera adecuadamente el precio del mercado de referencia, lo que pone en riesgo las actividades de exploración, refinación y otras acciones clave de la industria petrolera, en particular las de Ecopetrol”.

El presidente de Anif advirtió que mantener el precio del ACPM artificialmente bajo podría llevar a una situación en la que Ecopetrol no genere las utilidades necesarias, lo que eventualmente podría resultar en una crisis financiera para la empresa. “No podemos permitir que Ecopetrol no reciba un precio justo por su producto”, dijo López, subrayando que el ajuste gradual del precio del ACPM es esencial para evitar la bancarrota de la compañía.

López también enfatizó que, aunque el subsidio ha disminuido en comparación con años anteriores, sigue representando una carga significativa para las finanzas públicas. “Es crucial entender que mantener este subsidio de manera indefinida no es sostenible para el país”, afirmó.

Reclamaciones justas de los transportadores

López reconoció que los transportadores tienen reclamaciones legítimas, especialmente en lo que respecta a la seguridad, la informalidad en el sector y la infraestructura. Estas demandas, según el presidente de Anif, deben ser abordadas de manera integral para garantizar que el sector transporte se mantenga rentable, incluso con un ajuste en el precio del ACPM.

“El sector transporte enfrenta escenarios de baja rentabilidad que se verán afectados a corto plazo con la subida del ACPM”, señaló López. Sin embargo, sugirió que la solución debe ser una negociación que permita una convergencia gradual del precio del ACPM hacia su valor internacional, mientras se asegura que los márgenes de ganancia de los transportadores no se reduzcan significativamente.

López subrayó la importancia de no mantener un precio artificial del ACPM de manera permanente solo para preservar la rentabilidad del sector transporte. “Debemos buscar que el sector sea rentable incluso con el precio del ACPM equiparado al valor de mercado internacional”, concluyó.