El presidente Gustavo Petro anunció que en las próximas semanas buscará renegociar los términos de la cuantiosa deuda que Colombia adquirió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante el gobierno anterior. En su más reciente visita al departamento de Antioquia, el mandatario colombiano dejó en claro su intención de solicitar al organismo multilateral una extensión en los plazos de pago.

Petro criticó duramente la decisión de su antecesor, Iván Duque, a quien responsabilizó por el abultado endeudamiento. “Voy a hablar con la señora Kristalina Georgieva, que es la presidenta del Fondo Monetario Internacional (…) de tal manera que pueda abrirse un espacio de financiación mayor que el que tenemos para el gasto social del pueblo colombiano”, manifestó el jefe de Estado.

La ambiciosa jugada del gobierno de Petro apunta a aliviar las apremiantes finanzas públicas del país, severamente golpeadas por los cuantiosos compromisos adquiridos durante la pandemia del COVID-19. Según denunció el propio mandatario, la acelerada contratación de deuda por parte de la administración Duque ha tenido un impacto brutal en las arcas nacionales. “Debido a la deuda que adquirió el expresidente Iván Duque, en un año, el país pasó de pagar $75 billones a $100 billones anuales”, lamentó Petro, calificando a su antecesor como “el papá de la deuda”.

La propuesta del gobierno ha sido encomendada al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien será el encargado de llevar el mensaje a los directivos del FMI. “El ministro de Hacienda va a viajar ahora, que hay una reunión de todos los ministros de Hacienda, en Estados Unidos, en Washington, y debe llevar este mensaje del presidente de Colombia”, aseveró.

El objetivo es replantear los plazos de pago de los cuantiosos préstamos para que la obligación se extienda a mediano plazo en lugar de tener que ser saldada en el corto plazo, movimiento que, según Petro, tiene “ahorcadas las finanzas del país”.