El acuerdo de Binance por $4.368 millones con autoridades estadounidenses por fallas en control de lavado de dinero y sanciones marca un precedente histórico para la industria cripto, pero también representa un duro golpe para el exchange líder y su controvertido CEO Changpeng Zhao, quien ha aceptado dimitir, pero manteniendo el control accionarial de la compañía.

Si bien con esto, Zhao conserva el control de la firma, su reputación queda seriamente dañada tras declararse culpable penalmente por omitir controles ante actividades ilícitas que involucraban desde terroristas hasta evasores de sanciones.

El mensaje de Estados Unidos es claro: no tolerará más las prácticas irresponsables que han imperado en el sector cripto con tal de atraer clientes y ganancias rápidas. Y Binance está pagando ahora ese precio por priorizar crecimiento sobre cumplimiento.

Con la multa récord, supervisión continua, salida del mercado estadounidense y su CEO condenado, Binance enfrenta ahora enormes desafíos reputacionales para recuperar credibilidad ante autoridades y usuarios. Deberá demostrar que efectivamente transformará su cultura corporativa y políticas de cumplimiento para adecuarse a la mayor presión regulatoria. De lo contrario, corre el riesgo de enfrentar mayores sanciones e incluso poner en jaque su predominio global en un sector cripto ya muy golpeado.

2023 no ha sido el mejor año para las cripto

El 2023 ha sido un año fuerte para el sector cripto, pues, ante la incertidumbre regulatoria, la inversión en startups cripto se desplomó en un 80%.

El financiamiento de nuevas empresas de criptomonedas alcanzó apenas $2.100 millones en lo que va de 2023, una reducción de casi 80% frente a 2022. Esta abrupta desaceleración responde principalmente a los riesgos derivados de potenciales cambios regulatorios y al contexto de desaceleración económica global con señales de recesión.

Luego de varios años de crecimiento exponencial, con récords de $11.100 millones recaudados en 2021, el sector cripto enfrenta ahora un gran freno en cuanto a inversión en nuevos proyectos.

Según expertos, los inversionistas están más cautelosos por los antecedentes de quiebras y fraudes como el de FTX y temen que una regulación más estricta impacte modelos de negocio.

De continuar esta tendencia en 2023, sería el peor año en financiamiento de startups cripto desde 2019, evidenciando el cambio de época tras el auge especulativo.