Las ganancias de los establecimientos de crédito en Colombia registraron una significativa disminución durante el año pasado, reflejando el impacto de la desaceleración económica, las altas tasas de interés y una menor demanda de crédito por parte de los consumidores.

Según la Superintendencia Financiera, las utilidades del sector cerraron en $8,3 billones, $7,9 billones menos que en 2022. Por tipo de entidad, los bancos reportaron ganancias de $8,1 billones, mientras que las corporaciones financieras obtuvieron $520.600 millones, las cooperativas de carácter financiero $18.900 millones, y las compañías de financiamiento registraron pérdidas por $346.500 millones.

Bancolombia lideró en ganancias con $5,9 billones, seguido por Banco de Bogotá, Citibank, Banco de Occidente, BBVA Colombia y J.P. Morgan Colombia S.A. En contraste, ocho bancos experimentaron pérdidas, siendo los más afectados Bancamía S.A., Mibanco, Lulo Bank, AV Villas, Banco Pichincha, Banco Falabella, Scotiabank Colpatria y Banco Popular.

El deterioro del desempeño crediticio de los consumidores y la reducción del apetito de riesgo de las entidades de crédito contribuyeron a la caída en la demanda de crédito, según datos de TransUnion. Adicionalmente, la desaceleración económica, las presiones inflacionarias y las tasas de interés elevadas también influyeron en el bajo rendimiento del sector financiero.

Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, atribuyó las cifras a un entorno de altas tasas de interés, inflación, menor demanda de crédito y afectación en la capacidad de pago de los deudores. A pesar de los desafíos, tanto Mora como Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, resaltaron la fortaleza del sistema financiero colombiano.

Los activos del sistema financiero alcanzaron $2.915,4 billones, con un crecimiento anual real del 0,5% y nominal del 9,8%, según la Superintendencia Financiera.