El sector cárnico colombiano enfrenta una difícil situación debido a la caída en las exportaciones de carne y animales vivos, poniendo en riesgo la estabilidad económica y social de los ganaderos. Así lo manifestó José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), en su columna semanal.

A pesar de los esfuerzos en certificación sanitaria, producción sostenible y actividad comercial, las exportaciones cayeron a 305,6 millones de dólares en 2023, una fuerte reducción comparado con los 427,4 millones de 2021. Esto luego de un crecimiento sostenido, llegando a superar la meta de 500 millones de dólares en 2022.

Entre los factores que incidieron en esta caída están la disminución de precios internacionales por la inflación global, la apreciación del peso colombiano frente al real brasileño y la pérdida de competitividad, que llevó al cierre temporal de plantas de la multinacional Minerva, responsable del 90% de las exportaciones cárnicas.

Lafaurie advierte sobre el riesgo de una posible retirada de Minerva, lo que podría representar un colapso exportador y una catástrofe para el sector, impactando negativamente los precios internos. Aunque estos se mantienen altos, con la arroba en 7.400 pesos tras alcanzar los 9.600 pesos en mayo de 2022.

El directivo cuestionó la existencia de intermediarios que, amparados en la informalidad, distorsionan la formación de precios en detrimento de productores y consumidores. Planteó la necesidad de eliminar estas distorsiones para beneficiar a todos los actores del mercado interno.

Finalmente, Lafaurie informó haber expuesto esta problemática ante los ministerios de Agricultura y Comercio, en busca de soluciones que permitan retomar la senda exportadora y asegurar la estabilidad de la ganadería colombiana.