Esto es lo que ha recaudado el Gobierno colombiano por impuesto a los alimentos ultraprocesados
Por: Maria José Salcedo
7 noviembre, 2024
La implementación del impuesto saludable a alimentos en Colombia ha recaudado cerca de $1,5 billones hasta agosto de este año, según confirmó Camilo Montes, director de la Cámara de Alimentos de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi). El gravamen, que tiene como objetivo promover una alimentación más sana y mitigar los efectos del consumo de productos ultraprocesados, ha generado debate entre empresarios y consumidores por sus impactos en la economía.
Montes explicó que aunque las empresas asumen inicialmente el costo de este impuesto, en última instancia, los consumidores son quienes terminan pagando más por sus productos. Sin embargo, advirtió que aún es prematuro sacar conclusiones definitivas sobre el impacto del impuesto en la industria y el mercado, ya que este apenas ha completado la primera fase de transición. “Esos recursos, que si bien los pagan las empresas, salen del consumo”, indicó Montes.
Desde su inicio en octubre de 2023, el impuesto arrancó con un 10% sobre los alimentos clasificados como ultraprocesados y con alto contenido de azúcar. En enero de 2024, la tarifa subió al 15%, y se espera que alcance un 20% para enero de 2025. Además, algunos productos ya afectados por el IVA deben sumar ahora el “impuesto saludable”, lo cual ha tenido repercusiones en el precio final para los consumidores.
A lo largo de 2024, la industria de alimentos en Colombia ha enfrentado múltiples desafíos. Montes señaló que aunque el sector agrícola ha mostrado cifras positivas, las industrias que dependen de materias primas agrícolas y pecuarias, como la Cámara de Alimentos, han experimentado una desaceleración. “Ha sido un año muy particular. El agro tiene números positivos, pero en las industrias que utilizan las materias primas agrícolas y pecuarias no han tenido un buen año”, comentó.
Otro factor que preocupa a los empresarios es el costo de las materias primas. Según Montes, aunque la inflación de alimentos ha empezado a estabilizarse tras varios meses de estar en niveles de dos dígitos, los precios de ciertos insumos siguen siendo altos. Esto afecta especialmente a aquellos productos cuyo precio está atado a la tasa de cambio, que ha mostrado una notable volatilidad en el último año. Aun así, Montes expresó optimismo de cara a 2025, considerando que el próximo año podría traer mejoras en el consumo de los hogares, una de las variables que más impacta a la industria de alimentos.
Camilo Montes también destacó la importancia de que las empresas de alimentos adapten sus portafolios para satisfacer las nuevas demandas de los consumidores. Con el impuesto a alimentos ultraprocesados y un público cada vez más consciente de la importancia de la nutrición, las empresas de alimentos en Colombia enfrentan el reto de innovar. “Esperamos que el desarrollo del portafolio y de la innovación por parte de las empresas logre ofrecerles a los consumidores propuestas que respondan a esas necesidades nutricionales y de conveniencia”, dijo Montes.
Congreso Agroindustrial de la Andi
Ante estos desafíos, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) ha organizado el quinto Congreso Agroindustrial, que se lleva a cabo los días 7 y 8 de noviembre en Medellín. Este evento busca fomentar un diálogo multisectorial sobre la situación actual del sector y explorar posibles estrategias para una reactivación económica sostenible.
Durante el Congreso, la agenda incluye tres componentes principales. Los participantes tendrán la oportunidad de visitar varias empresas en la región de Antioquia para conocer de primera mano los procesos de la industria de alimentos en Colombia. Asimismo, habrá una jornada académica y espacios de relacionamiento, donde cerca de 300 asistentes de entidades públicas y privadas podrán abordar los temas clave del sector y construir redes de colaboración.
Montes señaló que este evento también es una ocasión para evaluar la estrategia Agro+Industria, lanzada en 2022, que busca convertir a Colombia en un actor relevante en la agroindustria global en un plazo de diez años.