El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió este jueves 15 de mayo una severa advertencia al gobierno colombiano tras su decisión de unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), impulsada por el Partido Comunista Chino (PCCh).

“La decisión del presidente Petro de unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta del Partido Comunista Chino es decepcionante y contraproducente”, declaró un portavoz oficial del Departamento de Estado norteamericano bajo la administración del presidente Donald Trump.

Washington manifestó que esta adhesión no contribuirá a reducir el déficit comercial de Colombia con China, que actualmente supera los 13 mil millones de dólares. Por el contrario, según la postura estadounidense, esta decisión podría exponer al país latinoamericano a diversos riesgos.

“Adherirse a la BRI no ayuda a aliviar el déficit comercial de 13 mil millones de dólares de Colombia con China y expone al país a las acciones malignas de este país, desde la trampa de la deuda hasta el menoscabo de la soberanía”, señaló la dependencia estadounidense.

El pronunciamiento oficial se suma a declaraciones previas del enviado especial Mauricio Claver Carone, quien advirtió que Colombia podría enfrentar consecuencias comerciales, sugiriendo que Estados Unidos podría optar por preferir flores y café de otros países.

En su comunicado, el Departamento de Estado añadió que con esta decisión el gobierno del presidente Gustavo Petro “corre el riesgo de alejar aún más a Colombia del camino de nuestros socios en América Latina”.

La oficina de asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado fue más allá en sus advertencias, anunciando medidas concretas: “Estados Unidos se opondrá firmemente a los proyectos recientes y a los desembolsos próximos del BID y otros organismos financieros internacionales destinados a empresas estatales o controladas por China en Colombia (y en otros países de la Iniciativa de la Franja y la Ruta en la región)”.

La declaración enfatizó que estos proyectos representan un riesgo para la seguridad y estabilidad regional, añadiendo que “los dólares de los contribuyentes estadounidenses no deben ser utilizados de ninguna manera por organizaciones internacionales para subvencionar empresas chinas en nuestro hemisferio”.

Esta tensión diplomática ocurre en un momento de reconfiguración de alianzas geopolíticas en América Latina, donde China ha incrementado su presencia económica y diplomática significativamente durante la última década.

Con información de wradio