La eliminación del artículo 13 de la Ley de Financiamiento, que proponía la implementación del IVA en el sector de los juegos de azar y apuestas, ha sido un respiro para las empresas que operan en este sector. La decisión, tomada después de semans de debate y presión por parte del sector, ha sido bien recibida por los empresarios, que argumentaban que la medida habría tenido un impacto devastador en su negocio.

El sector de los juegos de azar y apuestas es un importante contribuyente a la economía del país, generando miles de empleos y recaudando millones de pesos en impuestos. Sin embargo, la propuesta de IVA habría aumentado significativamente los costos para las empresas, lo que habría afectado su competitividad y, en última instancia, habría llevado a una disminución en la recaudación de impuestos.

Evert Montero, presidente de Fecoljuegos, gremio que agrupa a gran parte de las empresas de apuestas en línea, aseguró que la eliminación del artículo 13 es un reconocimiento del riesgo que representaba para el sector. “Nosotros en varias oportunidades asistimos al Congreso para conversar y explicar que el recaudo se estaba haciendo con base en el valor de las apuestas realizadas y no corresponde a un dinero real”, dijo.

El Gobierno había estimado que la recaudación por IVA en el sector de los juegos de azar y apuestas sería de $35,6 billones para 2023, lo que no refleja la realidad del sector. Según Montero, el dinero real de los operadores fue de $2,1 billones, lo que significa que la reforma tributaria habría absorbido el 100% de los recursos del sector.

El sector de los juegos de azar y apuestas ya paga otros impuestos, como el 15% sobre lo que se genera, y tiene impuestos por retención en la fuente por ganancia ocasional y parafiscales. “No vemos cómo el modelo financiero pueda aceptar un modelo más porque el sector se vería gravemente afectado”, aseguró Montero.

Con información de la república