El precio del oro alcanzó este lunes un hito sin precedentes al superar los US$4.100 por onza troy, estableciendo un nuevo máximo histórico impulsado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como por las expectativas de recortes en las tasas de interés de la Reserva Federal. La plata también registró un récord histórico durante la jornada.

El oro al contado subió 2,1% hasta situarse en US$4.099,55 la onza a las 1450 GMT, después de tocar un máximo de US$4.103,58 dólares. Por su parte, los futuros del oro estadounidense para entrega en diciembre escalaron 3%, alcanzando los US$4.120,10 dólares.

El metal precioso acumula un incremento de 56% en lo que va del año y la semana pasada atravesó por primera vez la barrera de los US$4.000, consolidando una tendencia alcista sostenida.

Jeffrey Christian, socio gerente de CPM Group, explicó que “los precios del oro y la plata suben cuando los inversores están preocupados por la situación mundial, ya sea económica o política”. Esta dinámica refleja el comportamiento tradicional del oro como activo refugio en momentos de incertidumbre.

Entre los catalizadores del reciente repunte se encuentran la incertidumbre geopolítica y económica global, las expectativas de reducción de tasas de interés en Estados Unidos y las robustas compras realizadas por bancos centrales de diversos países.

En el ámbito geopolítico, el presidente Donald Trump intensificó nuevamente las tensiones comerciales con China el viernes pasado, poniendo fin a una tregua temporal entre las dos principales economías del planeta. Este escenario ha generado mayor volatilidad en los mercados financieros y ha reforzado el atractivo del oro como refugio de valor.

Los operadores del mercado están valorando en 97% la probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal durante octubre, mientras que para diciembre la probabilidad alcanza el 100%. El oro, al ser un activo que no genera rendimientos, tiende a beneficiarse en entornos de tipos de interés reducidos, ya que disminuye el costo de oportunidad de mantenerlo frente a otros instrumentos financieros.

Las instituciones financieras han revisado al alza sus previsiones para el precio del oro. Analistas de Bank of America y Societe Generale anticipan que el metal alcanzará los US$5.000 por onza en 2026. Standard Chartered, por su parte, elevó su pronóstico a un promedio de US$4.488 para el próximo año.

Suki Cooper, responsable mundial de análisis de materias primas de Standard Chartered Bank, señaló: “En nuestra opinión, este repunte tiene recorrido, pero una corrección a corto plazo sería más saludable para una tendencia alcista a más largo plazo”.

La plata al contado registró un incremento de 3,3%, ubicándose en US$51,95 la onza, tras tocar un máximo histórico de US$52,07 durante la sesión. El desempeño de la plata está respaldado por los mismos factores que benefician al oro, además de la rigidez existente en el mercado al contado de este metal.

Los indicadores técnicos muestran que ambos metales preciosos se encuentran en territorio de sobrecompra. El índice de fuerza relativa (RSI) marca 80 para el oro y 83 para la plata, niveles que tradicionalmente sugieren una posible corrección de precios a corto plazo, aunque no necesariamente el fin de la tendencia alcista de fondo.

Con información de la república