El costo de vida en Colombia mostró marcadas diferencias entre regiones durante septiembre de 2025, de acuerdo con el más reciente informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Aunque la inflación nacional se ubicó en 0,32% mensual y 5,18% anual, algunas ciudades experimentaron incrementos mucho más altos que otras.

Montería se consolidó como la ciudad más cara del país, con un aumento mensual del IPC de 0,49%. Entre los productos y servicios que más incidieron en el alza se encuentran la recolección de basuras (11,22%), la carne de res (1,03%) y la yuca (15,57%). También se observaron aumentos en bebidas alcohólicas como la cerveza y el refajo. Villavicencio, Barranquilla, Bogotá y Popayán completaron el grupo de las ciudades con mayores variaciones en el costo de vida, impulsadas principalmente por el alza en servicios públicos, alimentos y vivienda.

En el otro extremo, Ibagué fue la ciudad más barata, con una reducción de 0,07% en el IPC mensual. Esta disminución estuvo asociada a la caída en los precios del tomate (23,10%), la electricidad (3,41%), los huevos (2,26%) y el gas (0,96%). Neiva, Cali, Armenia y Riohacha también registraron bajos incrementos, lo que alivió parcialmente el gasto de los hogares.

A nivel nacional, los sectores que más contribuyeron al aumento anual del IPC fueron restaurantes y hoteles (7,47%), educación (7,29%), bebidas alcohólicas y tabaco (6,38%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (6,21%). El alojamiento, agua, electricidad y gas también tuvieron un impacto importante, mientras que la recreación y la cultura mostraron una leve reducción.

Las diferencias entre niveles de ingreso fueron mínimas: la inflación anual fue de 5,15% para hogares vulnerables, 5,21% para los pobres y 5,17% para la clase media, lo que refleja un impacto generalizado del alza de precios.

En comparación internacional, Colombia se mantuvo por encima de economías como México, Chile y la Eurozona. Sin embargo, el Dane destacó que la inflación ha mostrado señales de moderación respecto a los picos de inicios de año. Analistas del Banco de la República prevén que la tendencia descendente continúe, aunque advierten sobre riesgos asociados a la volatilidad de los precios de alimentos y servicios públicos.