Según el estudio “Consumer Pulse Latam” de la consultora Bain & Company, el alto costo de vida continúa siendo la mayor preocupación de los consumidores en Colombia y la región, a pesar de la reciente desaceleración de la inflación al 8,35%.

La investigación reveló que el 88% de los colombianos ha experimentado cambios en su comportamiento de consumo, reduciendo drásticamente sus gastos, especialmente aquellos con ingresos bajos y medios. Sin embargo, se mantienen optimistas de que la situación económica mejore en un plazo de cinco años, según el 41% de los encuestados.

“El estudio evidencia que la caída en el consumo no es un fenómeno que sólo se produzca en Colombia, sino que otros países de la región experimentan el mismo comportamiento”, explicó Catalina Fajardo, socia de Bain & Company en el país.

A diferencia de regiones como Europa y Estados Unidos, donde el consumo ha regresado a niveles pre-pandemia, los compradores latinoamericanos siguen siendo cautelosos con sus finanzas y gastos.

Además, el estudio encontró que las preocupaciones económicas son el principal factor que incide en la salud mental de los encuestados (56%), afectando principalmente a quienes perciben rentas bajas y medias.

La brecha en el comportamiento de consumo entre consumidores de renta alta y baja es evidente. Mientras los de menores ingresos se enfocan en mantener la estabilidad económica para la compra de bienes básicos, los de mayores ingresos buscan preservar su calidad de vida realizando actividades como viajes.