La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) ha dado luz verde a la intervención de Air-e, la empresa encargada del suministro de energía eléctrica en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira. La solicitud de intervención fue hecha por la propia compañía, en un intento por asegurar la continuidad del servicio en medio de una crisis financiera que enfrenta.

Air-e, en un comunicado reciente, señaló que la causa principal de su crisis es el alto costo del kilovatio-hora. La empresa argumentó que, a pesar de haber logrado mejoras en el servicio, los elevados costos de generación y la volatilidad en el mercado energético han afectado gravemente su estabilidad financiera.

“Las condiciones actuales del mercado, incluyendo los altos costos de generación y la volatilidad de la Bolsa de Energía, han puesto una presión considerable en la estabilidad financiera de las empresas comercializadoras y distribuidoras”, afirmó Air-e.

Andrés Camacho, Ministro de Minas y Energía, confirmó que el proceso para la intervención acordada está en marcha. Esto despeja el camino para que el Gobierno tome medidas que garanticen el funcionamiento de la empresa y la prestación del servicio.

El presidente del Senado, Efraín Cepeda, también ha destacado que se han realizado varias reuniones entre Air-e, el Gobierno y empresas generadoras de energía para buscar soluciones a la crisis. Las deudas de la compañía ascienden a $1,8 billones, y los costos de la energía en bolsa han aumentado significativamente, superando el 1.000% en septiembre de 2023 en comparación con enero del mismo año.

Air-e comenzó a operar en la región Caribe en 2020, después de que Electricaribe, la anterior operadora, enfrentara sus propios problemas financieros y fuera intervenida por el Gobierno. Desde entonces, Air-e ha ejecutado más de 900 obras con una inversión superior a $1,2 billones, enfocándose en mejorar la infraestructura eléctrica de la región.

Santiago Posso, gerente general de Air-e, destacó que estos esfuerzos han mejorado notablemente los índices de calidad del servicio. Según Posso, el tiempo de interrupción promedio (Saidi) se ha reducido en un 61,74%, mientras que la frecuencia de interrupciones (Saifi) ha mejorado en un 68,36%.

Además de los costos de generación, la empresa enfrenta otros desafíos financieros derivados de las deudas pendientes de los usuarios, la opción tarifaria y los subsidios al consumo. Air-e también lidia con las pérdidas no técnicas, como el robo de energía, que agravan su situación económica.

La empresa ha mantenido conversaciones con el Gobierno para encontrar una solución que permita mantener el suministro de energía y evitar una interrupción del servicio. En ese sentido, la intervención se presenta como una posible medida para estabilizar la operación y garantizar la prestación del servicio en la región Caribe.

En junio de 2023, Air-e solicitó a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) que investigara a cinco generadoras de energía, a las que acusó de distorsionar los precios de los kilovatios vendidos a las distribuidoras. Entre estas generadoras estaba Isagen, que negó las acusaciones y afirmó que la mayoría de sus contratos son a largo plazo.

Isagen defendió su postura al señalar que, en el marco de la iniciativa de Justicia Tarifaria, otorgó descuentos a sus clientes, incluidos $21.000 millones en descuentos para Air-e entre 2022 y 2023.