Expertos están alertando que Colombia está en riesgo de sufrir de autosuficiencia energética, por lo que podría dispararse el precio de la gasolina y podría llegar a alcanzar los $50.000 durante 2023 si se mantienen las tendencias al alza y la volatilidad del mercado petrolero internacional.

Según analistas, el barril de petróleo Brent ha registrado un comportamiento muy variable en los últimos meses, con picos por encima de los 100 dólares, lo que genera presiones inflacionarias sobre los combustibles en el país.

De continuar este panorama, el galón de gasolina corriente en Colombia, que actualmente ronda los $13.000, podría incrementarse cerca de un 40% antes de terminar el año e incluso superar la barrera psicológica de los $50.000.

Entre los factores que explican esta posible escalada en los precios de los combustibles están la guerra en Ucrania, los cuellos de botella en la oferta y la debilidad del peso colombiano frente al dólar.

Expertos recomiendan al Gobierno implementar subsidios focalizados para amortiguar el impacto de los altos precios de la gasolina en los sectores más vulnerables. Asimismo, urgen acelerar la transición energética para depender menos de los derivados del petróleo.

De no tomar medidas, el alza en el precio de la gasolina podría desencadenar mayores niveles de inflación y un golpe al bolsillo de los consumidores.