En medio de un intenso debate en torno al beso no deseado que le propinó el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, la ganadora del Mundial femenino, Jennifer Hermoso, rompió el silencio al emitir un comunicado a través de su sindicato y agencia. La delantera, de 33 años, dejó claro su posición y destacó la necesidad de respeto e igualdad en el deporte.

“Mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ, se están encargando de defender mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto”, señaló Hermoso en el comunicado emitido por la Asociación de Futbolistas Profesionales de España (FUTPRO). La jugadora, cuya carrera ha sido un referente en el fútbol femenino, dejó en claro que no dejará que el incidente quede en el olvido y que se tomen medidas al respecto.

“Es fundamental que nuestra selección, actual campeona del mundo, esté siempre representada por figuras que proyecten valores de igualdad y respeto en todos los ámbitos”, enfatizó FUTPRO en el comunicado, resaltando su compromiso en la lucha contra el machismo y el sexismo.

El incidente, que generó una serie de reacciones, también llegó al ámbito político. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su opinión sobre el tema, calificando las disculpas de Rubiales como “insuficientes”. Aunque Rubiales pidió perdón públicamente y reconoció su error, las voces que exigen un trato respetuoso y equitativo en el deporte siguen resonando.

FIFA abre procedimiento disciplinario contra Rubiales

En tanto, la Comisión Disciplinaria de la FIFA ya ha abierto un procedimiento disciplinario contra Rubiales.

Dicha comisión ha informado al presidente de la Real Federación Española de Fútbol de la apertura del procedimiento disciplinario en su contra con en base a los hechos ocurridos durante la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA el 20 de agosto de 2023.

La FIFA advierte que los hechos pueden constituir violaciones del artículo 13, apartados 1 y 2, del Código Disciplinario de la FIFA.

La FIFA reitera su compromiso inquebrantable de respetar la integridad de todas las personas y condena enérgicamente cualquier comportamiento en sentido contrario.