La prohibición de World Athletics de que las personas transgénero compitan en las pruebas femeninas ha vuelto a generar controversia. Esto se debe a casos como el de la nadadora Lia Thomas y la velocista italiana Valentina Petrillo. El último ejemplo es el de Tiffany Thomas, una ciclista transgénero de 46 años que ganó una carrera en Nueva York con una victoria abrumadora sobre sus rivales.

Desde que comenzó a competir, Tiffany ha ganado todas las carreras y ha sido fichada por uno de los mejores equipos ciclistas. Esto ha provocado el recelo y la indignación de muchas rivales, que consideran injusta su participación en igualdad de condiciones.

La polémica ha aumentado debido a un mensaje publicado en las redes sociales por Tiffany, que trabaja en un laboratorio. En el mensaje, Tiffany escribió: “No voy a mentir, a veces me siento una superheroína”.

La decisión de World Athletics ha generado un debate sobre la inclusión y la igualdad en el deporte. Muchos defensores de los derechos LGBT+ argumentan que las personas transgénero deberían tener el derecho de competir en las pruebas femeninas. Otros argumentan que esto podría dar una ventaja injusta a las personas transgénero debido a las diferencias biológicas.

En cualquier caso, la situación de Tiffany Thomas ha puesto de relieve el dilema al que se enfrentan los organismos deportivos y los atletas en cuanto a la participación de las personas transgénero en las competiciones deportivas.