La Defensoría del Pueblo de Colombia reveló la existencia de once focos activos de emergencia humanitaria en el país, producto de enfrentamientos entre grupos armados ilegales. La defensora Iris Marín señaló que esta situación impacta especialmente a poblaciones campesinas, afrocolombianas e indígenas.

El Clan del Golfo encabeza la expansión de estos grupos armados, que actualmente mantienen presencia en el 73% de los municipios colombianos. Entre los actores violentos destacan también el ELN, las disidencias de las FARC y bandas urbanas como los Shottas y Espartanos.

Las zonas más afectadas incluyen regiones de Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Antioquia, Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía del Perijá, Magdalena Medio, Arauca, Meta, Guaviare, Córdoba, Buenaventura, Tolima y Putumayo. La situación más crítica se registra en el Catatumbo, donde los enfrentamientos han dejado cerca de 85.000 personas afectadas entre desplazados y confinados.

En el departamento del Chocó, los enfrentamientos entre el Clan del Golfo y el ELN han provocado el desplazamiento de 3.600 personas y el confinamiento de otras 12.000. La Defensoría reporta además la presencia de las disidencias al mando de alias ‘Iván Mordisco’, presuntamente aliadas con el Clan del Golfo.

Los grupos armados disputan el control del río San Juan, ruta estratégica para actividades ilícitas como el narcotráfico, tráfico de madera y minería ilegal. La situación se agrava con la presencia de minas antipersona cerca de zonas habitadas y escuelas.

Ante esta crisis, la Defensoría del Pueblo ha solicitado acciones inmediatas a las autoridades para proteger a las comunidades afectadas y ha pedido apoyo a la comunidad internacional para fortalecer las iniciativas humanitarias en estas regiones.

Con información de efe