Parques Nacionales Naturales de Colombia y la Fundación Parque Jaime Duque confirmaron la muerte de Tamá, el oso andino que era trasladado para culminar su proceso de liberación en el Parque Nacional Natural Tamá. El deceso ocurrió durante la tarde, en medio del vuelo que lo llevaba a su destino, y las causas exactas aún están por establecerse mediante análisis científicos y veterinarios.

Según la información oficial, Tamá viajaba con acompañamiento de personal médico especializado y bajo protocolos de seguimiento establecidos para este tipo de procedimientos. No obstante, durante los intentos de aterrizaje, la aeronave enfrentó condiciones meteorológicas adversas que obligaron a la tripulación a tomar la decisión de retornar al aeropuerto Camilo Daza, en Cúcuta, con el fin de salvaguardar la vida del animal y del equipo humano a cargo del traslado.

Durante el trayecto de regreso, el oso presentó signos de dificultad respiratoria. El personal médico intervino de manera inmediata y aplicó los procedimientos de atención correspondientes, incluidas maniobras de reanimación. Sin embargo, Tamá no respondió a la atención prestada y su muerte fue confirmada antes de finalizar el vuelo.

Una vez en el aeropuerto, las entidades responsables realizaron los acercamientos con las autoridades ambientales para definir de manera conjunta los pasos a seguir frente a este hecho. El protocolo contempla la evaluación técnica del caso y la realización de los estudios necesarios para determinar con precisión las causas del fallecimiento.

Tamá había iniciado formalmente su proceso de liberación el martes 16 de diciembre. De acuerdo con Parques Nacionales Naturales, durante las primeras etapas del recorrido el oso fue monitoreado de forma permanente por un equipo técnico especializado en fauna silvestre y no presentó señales de alerta ni complicaciones de salud. Previamente, el animal había sido sometido a evaluaciones médicas integrales y cumplía con los criterios establecidos en la normatividad ambiental vigente para su manejo, rehabilitación y retorno a la vida silvestre.

El proceso de preparación para la liberación de Tamá se consolidó a lo largo de tres años y contó con la participación de múltiples entidades y organizaciones, entre ellas el Santuario del Oso de Anteojos, la Fundación Wii, la CAR Cundinamarca, Corpoguavio, Corponor e Inparques Venezuela. Todas ellas intervinieron en las distintas fases de evaluación, rehabilitación y seguimiento, bajo criterios técnicos, éticos y científicos.

La muerte del oso generó un amplio impacto entre organizaciones ambientales, comunidades y ciudadanos que siguieron de cerca su historia. Durante más de una década, Tamá estuvo bajo cuidado humano y se convirtió en un símbolo de los esfuerzos de conservación del oso andino, una especie emblemática y vulnerable en Colombia.

En un comunicado conjunto, las entidades expresaron su profundo pesar por el desenlace y señalaron que este hecho deja reflexiones y aprendizajes para los procesos futuros de conservación de fauna silvestre. “Cada vida es valiosa y este desenlace ocasiona una profunda tristeza”, indicaron, al tiempo que reiteraron su compromiso con la protección de la biodiversidad.