En medio de un contexto regional marcado por tensiones políticas, crisis de seguridad y el reciente paro armado de 72 horas que afectó varias zonas de Colombia, el presidente Gustavo Petro volvió a generar controversia internacional tras reconocer públicamente que Nicolás Maduro ejerce un poder dictatorial en Venezuela, aunque negó que existan pruebas que lo vinculen con el narcotráfico.

La afirmación fue hecha este martes a través de la cuenta oficial del mandatario en la red social X, donde señaló que el calificativo de dictador obedece a la concentración de poderes en el vecino país. Sin embargo, rechazó las acusaciones que asocian al presidente venezolano con actividades del narcotráfico. “Maduro es dictador por concentrar poderes, no hay ninguna evidencia en Colombia que sea narco. Esa es narrativa de los EEUU”, escribió Petro en su mensaje.

Las declaraciones del jefe de Estado colombiano se producen en un momento de alta sensibilidad política, tanto a nivel interno como regional, cuando el país enfrenta una compleja situación de orden público tras acciones armadas de grupos ilegales y un ambiente de creciente polarización en América Latina.

En el mismo pronunciamiento, Petro lanzó duras críticas contra el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, a quien vinculó ideológicamente con el nazismo al hacer referencia a sus antecedentes familiares. “Kast es hijo y creyente de los Nazis. Pertenece a la generación alemana que escapó de Alemania no por salvarse de Hitler sino por salvarse de la derrota de Hitler, que es muy pero muy diferente”, afirmó el mandatario colombiano.

La arremetida contra Kast surgió como respuesta a un mensaje previo de la periodista Patricia Janiot, quien cuestionó a Petro por haber calificado al nuevo presidente chileno como “nazi” y “fascista”. En su publicación, Janiot recordó que, mientras Petro mantiene una relación cercana con Maduro, el mandatario venezolano ha sido señalado internacionalmente por irregularidades electorales.

“Al presidente Petro se le olvida que su amigo Nicolás se robó las elecciones, mientras el próximo mandatario de Chile ganó con una amplia y contundente ventaja que hay que respetar aunque no le guste el resultado”, escribió la periodista, también a través de X.

Si bien no es la primera vez que Gustavo Petro reconoce el carácter autoritario del gobierno de Maduro, sus declaraciones vuelven a poner sobre la mesa la postura ambivalente del Ejecutivo colombiano frente a Venezuela. Por un lado, el mandatario ha admitido la concentración de poder y la falta de separación de poderes en el país vecino; por otro, ha sido un férreo crítico de las sanciones internacionales y de las acusaciones promovidas por Estados Unidos y otros gobiernos sobre presuntos vínculos del régimen venezolano con el narcotráfico.

Desde el inicio de su mandato, Petro ha insistido en que el aislamiento internacional y las sanciones no han contribuido a una salida democrática en Venezuela, y ha abogado por el restablecimiento de relaciones diplomáticas y económicas entre ambos países. Esta postura ha generado fuertes cuestionamientos desde sectores políticos y analistas que consideran contradictorio reconocer una dictadura y, al mismo tiempo, rechazar las presiones internacionales contra ese régimen.

Las recientes declaraciones del presidente colombiano también se dan en un escenario interno complejo, con críticas a su gestión de seguridad tras el paro armado y con debates abiertos sobre su política exterior. En ese contexto, sus mensajes en redes sociales vuelven a evidenciar un estilo directo y confrontacional, que no solo impacta la agenda nacional, sino que también repercute en las relaciones de Colombia con otros países de la región y con Estados Unidos.

Mientras tanto, las reacciones a sus palabras continúan multiplicándose, alimentando un nuevo capítulo de controversia diplomática y política que se suma a los retos que enfrenta el país en materia de seguridad, gobernabilidad y estabilidad regional.