La Comisión Séptima del Senado archivó este martes 16 de diciembre la reforma a la salud impulsada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, tras una votación que dejó en evidencia la profunda división política frente al futuro del sistema sanitario en Colombia. Con ocho votos en contra, el proyecto no superó su primer debate, aunque aún cuenta con la posibilidad de revivir a través de la apelación presentada por el senador Fabián Díaz Plata, de la Alianza Verde.

Con la decisión, el trámite legislativo de la reforma queda en suspenso y será la plenaria del Senado la que deba definir si acepta o no la apelación. En caso de ser aprobada, la iniciativa sería enviada a una comisión distinta para reiniciar su discusión. El Gobierno ha manifestado su expectativa de que la plenaria escoja una comisión diferente a la Séptima, donde el proyecto no logró consolidar mayorías.

Desde el Ministerio de Salud advirtieron que el hundimiento de la reforma mantiene intacto el modelo actual, el cual —según el Ejecutivo— no ha logrado garantizar una atención primaria sólida desde los territorios ni corregir los denominados incentivos perversos que concentran los recursos en pocos actores del sistema. Para el Gobierno, la no aprobación del proyecto prolonga las dificultades de acceso a servicios, medicamentos y atención oportuna para miles de pacientes.

“El Gobierno fue claro y transparente: la reforma tenía respaldo fiscal a 10 años, aumentos históricos de la UPC y recursos permanentes para el sector”, señalaron voceros del Ministerio, reiterando que el problema del sistema no es la falta de dinero, sino la opacidad y el modelo de intermediación que, a su juicio, impide que los recursos lleguen de manera efectiva a los ciudadanos.

En contraste, los senadores que votaron por archivar la iniciativa insistieron en que el proyecto presentaba serios vacíos financieros. La senadora Norma Hurtado, del Partido de la U, aseguró que la reforma estaba desfinanciada en cerca de 26 billones de pesos, equivalentes a siete puntos del PIB. Según explicó, ese escenario podría traducirse en pérdida de vidas, ausencia de tratamientos y escasez de medicamentos.

Entre los congresistas que votaron por el archivo se encuentran Honorio Henríquez y Alirio Barrera, del Centro Democrático; Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal; Norma Hurtado, de La U; Ana Paola Agudelo, del Mira; Nadia Blel, del Partido Conservador; Lorena Ríos, de Colombia Justa y Libres; y Berenice Bedoya, de la Alianza Social Independiente. Para Henríquez, la decisión representó “un acto de responsabilidad con la nación colombiana” y una forma de proteger la salud y la vida de los ciudadanos.

Por su parte, los cinco votos a favor de continuar el trámite fueron emitidos por Wilson Arias, Martha Peralta y Ferney Silva, del Pacto Histórico; Fabián Díaz, de la Alianza Verde; y Ómar de Jesús Restrepo, del partido Comunes. Desde este sector se insistió en que la Comisión Séptima no mostró voluntad política para enfrentar la crisis del sistema de salud ni para garantizar el derecho fundamental a la atención médica.

La senadora Martha Peralta aseguró que, mientras el debate se prolonga, persisten problemas graves como la falta de entrega de medicamentos, la saturación de servicios y la precariedad laboral del personal de salud. Añadió que el Gobierno seguirá insistiendo en la necesidad de la reforma y confía en que la apelación sea estudiada por una comisión “más empática con los colombianos”.

Aunque el futuro del proyecto aún no está definido, fuentes legislativas señalaron que la apelación se resolvería en la próxima legislatura, debido a la falta de tiempo en el actual periodo.