Un grupo bipartidista de senadores de Estados Unidos presentó este miércoles una nueva resolución destinada a bloquear posibles acciones militares del presidente Donald Trump contra Venezuela, en medio de los anuncios del mandatario de que una ofensiva terrestre podría comenzar “muy pronto”.

La iniciativa es liderada por los demócratas Chuck Schumer, Tim Kaine y Adam Schiff, junto con el republicano Rand Paul. Los cuatro legisladores ya habían impulsado medidas similares en meses recientes, aunque estas fueron rechazadas por la mayoría republicana en el Senado. Kaine y Schiff también promovieron una propuesta para limitar los ataques que el Ejecutivo ha llevado a cabo contra presuntas lanchas del narcotráfico en el Caribe y en el Pacífico oriental, sin éxito legislativo.

En esta ocasión, los senadores introdujeron una resolución de poderes de guerra, amparada en la ley federal de 1973 que establece límites al presidente para involucrar al país en hostilidades sin la aprobación del Congreso. Según explicaron en un comunicado conjunto, este tipo de resoluciones tienen carácter prioritario y pueden ser sometidas a votación en un máximo de 10 días.

Rand Paul afirmó que el objetivo es asegurar que cualquier decisión sobre un conflicto armado pase por el Congreso. “El pueblo estadounidense no quiere verse arrastrado a una guerra interminable con Venezuela sin un debate público o una votación”, expresó. Añadió que la Constitución obliga a “deliberar antes de ir a la guerra”.

Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, recordó que el poder de declarar una guerra corresponde exclusivamente al Congreso. “Seamos claros: el Congreso no ha declarado la guerra a Venezuela”, dijo. En su comunicado, señaló que la Administración no ha presentado una justificación detallada sobre la necesidad de un eventual despliegue terrestre.

La tensión entre el Poder Ejecutivo y parte del Legislativo ha aumentado desde que Trump afirmó que, tras una campaña marítima en el Caribe para frenar la entrada de drogas a Estados Unidos, la ofensiva contra “objetivos terrestres” en territorio venezolano comenzará “muy pronto”.

El Pentágono confirmó esta semana que se han llevado a cabo 21 bombardeos contra embarcaciones señaladas como parte de redes de narcotráfico, con un saldo de 82 tripulantes muertos. Estas operaciones se desarrollaron en el sur del Caribe y en el Pacífico oriental y forman parte de la estrategia de Washington para reforzar la seguridad marítima.

Trump ha sostenido que estas acciones han reducido en “un 91 %” la entrada de droga por mar, aunque no ofreció detalles adicionales sobre la metodología utilizada para esa cifra. La Administración tampoco ha precisado bajo qué marco legal ampliaría las operaciones hacia objetivos terrestres.

La nueva resolución bipartidista busca forzar un debate legislativo en los próximos días y obligar al Senado a pronunciarse antes de que el Ejecutivo pueda extender su estrategia militar. Los senadores señalaron que cualquier decisión que implique un conflicto armado debe tener autorización explícita del Congreso y discusión pública, en concordancia con la legislación vigente.

Con información de dw