Estudio revela que la presencia de Batman en el metro aumenta la ayuda a mujeres embarazadas

Por: Maria Jose Salcedo

29 noviembre, 2025

El 67,21% de los viajeros ofreció su asiento cuando Batman estaba presente, comparado con el 37,66% sin el superhéroe. Foto: Peter Ekvall/Pond5 Images/IMAGO vía dw

Un equipo de psicólogos de la Università Cattolica del Sacro Cuore de Milán descubrió que la simple presencia de una persona disfrazada de Batman incrementa significativamente la probabilidad de que los pasajeros del metro cedan su asiento a una mujer embarazada.

La investigación, dirigida por Francesco Pagnini y publicada en npj Mental Health Research, observó 138 viajes en metro y arrojó datos contundentes: el 67,21% de los viajeros ofreció su asiento cuando Batman estaba presente, frente al 37,66% cuando no había ningún superhéroe a la vista.

El estudio midió el comportamiento prosocial, es decir, la disposición de las personas a ayudar a otros sin obtener nada a cambio, mediante una serie de experimentos de campo cuidadosamente diseñados.

Los investigadores realizaron dos tipos de experimentos. En el primero, una mujer aparentemente embarazada entraba sola al vagón mientras se registraba cuántas personas reaccionaban ofreciéndole asiento. En el segundo escenario, un hombre disfrazado de Batman entraba por otra puerta sin interactuar con los pasajeros ni con la mujer, pero su presencia alteraba notablemente el comportamiento del grupo.

Según los investigadores, la figura de Batman funciona como un “interruptor” que saca a las personas de la inercia con la que se mueven por los espacios públicos. La aparición de algo inesperado aumenta la atención al entorno y, con ella, la disposición a ayudar.

Un hallazgo particularmente revelador es que el 44% de quienes cedieron su asiento afirmó no haber visto a Batman, lo que sugiere que el impulso prosocial puede desencadenarse sin plena conciencia del estímulo.

El equipo de investigación explica que este fenómeno opera alterando los patrones de atención habituales. En el día a día, las personas tienden a desplazarse en “piloto automático”, más pendientes de sus propios pensamientos que de quienes les rodean. La irrupción de un elemento inusual rompe esa dinámica y genera una forma de atención momentánea que vuelve más visibles las necesidades ajenas.

Los investigadores plantean dos hipótesis principales. La primera se centra en el cambio de atención que provoca cualquier elemento inesperado. La segunda sugiere un “efecto priming”, donde Batman activaría valores culturales asociados con la ayuda y el heroísmo. Sin embargo, esta segunda explicación resulta más difícil de sostener dado que muchos de quienes ayudaron no percibieron conscientemente al personaje.

Los hallazgos abren posibilidades para promover la amabilidad en espacios públicos. “A diferencia de las intervenciones tradicionales de atención plena, que requieren una participación activa, este estudio muestra cómo las interrupciones situacionales por sí solas pueden generar efectos similares”, señala Pagnini.

Los investigadores plantean que instalaciones artísticas, performances o intervenciones lúdicas podrían funcionar como “interrupciones positivas”, transformando los trayectos diarios en oportunidades de conexión humana. La propuesta consiste en aprovechar el poder de lo inesperado para reactivar la capacidad natural de cuidado hacia los demás.

El equipo de investigación propone repetir el experimento con otros personajes para determinar si el fenómeno es exclusivo de Batman. Una pregunta clave es si seguiría ocurriendo lo mismo con el Joker, un personaje difícilmente asociado con la amabilidad, o si resulta indispensable que el personaje encarne valores prosociales.

 

 

 

Con información de dw