El conflicto legal por el uso de la marca Frisby sumó un nuevo capítulo luego de que el Juzgado Mercantil de Alicante ordenara a Frisby España suspender temporalmente el uso de dicha denominación comercial hasta que se resuelva la disputa que mantiene con Frisby Colombia. La medida cautelar busca evitar posibles perjuicios a la empresa colombiana mientras avanza el litigio principal.

La decisión judicial, conocida en las últimas horas, señala que la entrada en operación de Frisby España podría generar daños irreparables para la marca original —nacida en Colombia hace más de cuatro décadas— en caso de que el proceso concluya a su favor. Esta determinación detiene momentáneamente los planes de expansión de la compañía española, que tenía previsto abrir su primer establecimiento en ese país.

En un comunicado, Frisby España calificó el fallo como “sorprendente”, al considerar que su posición jurídica “es sólida y respaldada por normativa europea y española”. Sin embargo, acató la orden judicial y anunció que la apertura de su restaurante, inicialmente planeada para los próximos meses, se aplazará hasta el 1 de marzo de 2026.

La firma europea también aseguró que continuará con las acciones legales contra Frisby Colombia. Entre ellas, anunció una demanda reconvencional dentro del proceso principal, con la que busca defender lo que asegura son sus derechos marcarios y reclamar los presuntos daños ocasionados por las actuaciones de la compañía colombiana.

Este fallo representa un punto a favor de Frisby Colombia, que sostiene que la utilización de la marca por parte de la empresa española afecta sus intereses comerciales, genera confusión entre consumidores y se apropia de un activo distintivo construido durante años. Aunque la sentencia no resuelve el fondo del litigio, sí frena temporalmente la operación de la marca en territorio europeo bajo la denominación Frisby.

El litigio, que se desarrolla tanto en España como en Colombia, ha captado la atención del sector empresarial y de expertos en propiedad industrial, debido a que pone en evidencia los alcances y tensiones en la protección internacional de marcas registradas. La disputa plantea interrogantes sobre los vacíos normativos existentes cuando compañías de distintos países reclaman derechos sobre un mismo signo distintivo.

Por ahora, la suspensión dictada por el Juzgado Mercantil de Alicante abre una nueva etapa en la confrontación legal y se interpreta como una pequeña victoria procesal para Frisby Colombia. No obstante, el desenlace definitivo dependerá de las siguientes fases judiciales, que deberán determinar a quién le pertenece el uso legítimo de la marca en territorio europeo.

El caso continúa en curso y, mientras no se emita una resolución final, ninguna de las partes parece dispuesta a ceder terreno en una batalla empresarial que podría sentar un precedente relevante en materia de propiedad intelectual y expansión internacional de marcas latinoamericanas.