Científicos identifican una proteína clave en la longevidad extrema de las ballenas boreales

Por: Maria Jose Salcedo

2 noviembre, 2025

Ballenas boreales Foto: Michael Nolan/robertharding

Un estudio internacional reveló una posible explicación a la extraordinaria longevidad de las ballenas boreales, mamíferos marinos que pueden vivir más de 200 años. Según los investigadores, la clave podría residir en una proteína llamada CIRBP, capaz de mejorar la reparación del ADN y reducir la acumulación de mutaciones genéticas que provocan enfermedades y envejecimiento.

La investigación, publicada en la revista Nature, fue liderada por Jan Vijg, de la Facultad de Medicina Albert Einstein, y Vera Gorbunova, de la Universidad de Rochester, en Nueva York. Los resultados ofrecen una nueva pista sobre los mecanismos biológicos que permiten a estas ballenas mantener su salud durante siglos y podrían abrir el camino hacia futuros tratamientos contra el cáncer y el deterioro celular en humanos.

Los científicos descubrieron que las ballenas boreales presentan niveles significativamente más altos de la proteína CIRBP en comparación con otros mamíferos. Esta molécula juega un papel esencial en la reparación de las roturas de doble cadena del ADN, uno de los daños más graves que pueden sufrir las células.

Durante los experimentos, el equipo observó que las células de ballena boreal son menos propensas a acumular mutaciones oncogénicas incluso después de ser expuestas a radiación ultravioleta, un agente que normalmente induce transformaciones cancerosas. A pesar de que las células del cetáceo requieren menos mutaciones para volverse malignas, en la práctica acumulan muchas menos, lo que sugiere una eficaz capacidad de reparación genética.

“Las ballenas boreales poseen mecanismos celulares adicionales para evitar o corregir mutaciones que podrían conducir al cáncer”, indicó Gorbunova en un comunicado de la Universidad de Rochester.

El estudio también aporta evidencia sobre la paradoja de Peto, un fenómeno biológico que plantea que las especies de gran tamaño, como elefantes o ballenas, no presentan tasas de cáncer más elevadas que los animales pequeños, a pesar de tener muchas más células y una mayor esperanza de vida.

Según el modelo multietápico del cáncer, las células normales se transforman en cancerosas tras acumular mutaciones sucesivas en genes que regulan el crecimiento y la reparación celular. Sin embargo, las ballenas boreales parecen haber desarrollado mecanismos moleculares que previenen la acumulación de esos daños a lo largo del tiempo.

El equipo científico identificó que al añadir la proteína CIRBP a cultivos de células humanas y de mosca de la fruta, la reparación del ADN mejoró notablemente. En el caso de las moscas, incluso se observó una extensión en su esperanza de vida.

Los investigadores descubrieron además que bajas temperaturas estimulan la producción de CIRBP, lo que podría explicar cómo las ballenas, que habitan en aguas árticas, desarrollan naturalmente altos niveles de esta proteína. “Aún no sabemos qué nivel de exposición al frío podría desencadenar esa respuesta en humanos”, señaló *ndrei Seluanov, coautor del estudio.

 

 

 

Con información de dw