El papa León XIV advirtió este viernes sobre la creciente tendencia mundial a “no apreciar o incluso rechazar el matrimonio” y pidió promover políticas públicas que fortalezcan la familia como base de la sociedad. El pontífice hizo estas declaraciones durante una audiencia en el Vaticano con docentes y estudiantes del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia.

Durante su intervención, el papa insistió en la necesidad de impulsar “acciones orgánicas y concertadas en apoyo de la familia”, al tiempo que subrayó que la calidad de la vida social y política de una nación se mide por la manera en que esta permite a las familias “vivir bien y tener tiempo para sí mismas”.

“Se necesitan iniciativas concretas: políticas que garanticen condiciones de vida y trabajo adecuadas; programas formativos y culturales que reconozcan la belleza de engendrar juntos; y una pastoral que acompañe a mujeres y hombres con cercanía y escucha”, señaló el pontífice, de nacionalidad estadounidense y peruana.

León XIV destacó que “la maternidad y la paternidad, así custodiadas, no son pesos que gravan sobre la sociedad, sino una esperanza que la fortalece y la renueva”. En ese sentido, advirtió que en una sociedad “que exalta la productividad y la velocidad en detrimento de las relaciones”, resulta urgente devolver “tiempo y espacio al amor que se aprende en la familia”, donde nacen la confianza, el don y el perdón que sostienen la vida comunitaria.

El papa también evocó las palabras de su predecesor, Francisco, quien había pedido a las mujeres embarazadas “custodiar la alegría de traer al mundo una nueva vida”. León XIV reiteró que “la vida humana es un don y debe ser siempre acogida con respeto, cuidado y gratitud”.

Asimismo, expresó su preocupación por las madres que enfrentan el embarazo en soledad o marginación, recordando que “la comunidad civil y la comunidad eclesial deben comprometerse con constancia para devolver a la maternidad su plena dignidad”.

Finalmente, el pontífice destacó el papel del Pontificio Instituto Juan Pablo II en la actualización del diálogo entre vida familiar, trabajo y justicia social, abordando temas como la paz, la salud, el desarrollo humano, el empleo juvenil, la sostenibilidad económica y la igualdad de oportunidades. Todos estos factores, subrayó, “influyen en la decisión de casarse y de tener hijos”.